Espárrago busca soluciones
El técnico cadista, por primera vez desde que está en Cádiz, cambiará su sistema habitual por un once con tres pivotes, dos delanteros y sin bandas
Actualizado:Agotar todas las vías posibles para que el submarino no se fuera a pique sin quemar todas sus naves. Ya han desfilado todos los jugadores (salvo Navas), el cambio de entrenador era una medida drástica y cada vez más insuficiente, pero quedaba otra tecla. Y Espárrago la ha pulsado. Casi dos años después, el técnico cadista ha decidido cambiar su sistema de juego.
El inamovible 4-2-3-1 ha dado paso a un esquema diferente, con menos orden pero a la vez más imprevisible. Un planteamiento a expensas de los jugadores (Morán, Sesma y sobre todo Lobos) y no al revés. Nació a la desesperada, urdido por las circunstancias surgidas en el duelo pasado ante el Atlético. Con una derrota por la mínima, el uruguayo colocó a Morán en el centro del campo junto a Bezares y Fleurquin, dio libertad de movimientos a Lobos y situó a Sesma en punta de ataque junto al Cacique Medina.
Morán y el 'trivote'
La cosa funcionó. El equipo mejoró y logró empatar de penalti, pero sobre todo lavó su imagen y mostró una capacidad de reacción desconocida. Este nuevo esquema, similar al cuadrado mágico que puso de moda Wanderley Luxemburgo (sin mucho éxito), tiene una serie de características que acabarán con el previsible juego atacante del Cádiz.
En este sistema, Fernando Morán adquiere un papel protagonista. El centrocampista madrileño, que llegó en el mercado de invierno, parece haber alcanzado su mejor forma y se asienta en el equipo titular por segunda jornada consecutiva. Morán formará junto a Bezares y Fleurquin un nuevo trivote. El linense y el uruguayo destacaban en las labores defensivas pero el equipo adolecía de creatividad en la medular. Ahora, el ex racinguista llevará el peso del juego en la zona ancha. «Me gusta estar en contacto con el balón, y así podremos superar el fuerte doble pivote de Albelda y Baraja, contando además con el apoyo de Lobos». Pese a todo, el medio centro insiste en que «más que el sistema, lo importante es la predisposición, y tenemos que ir a muerte. No es una táctica arriesgada, es que necesitamos la victoria cuanto antes».
Adiós a las bandas
Espárrago siempre ha sido un ferviente defensor del juego por las alas. Sin embargo, hace un mes ya empezó a renunciar a la banda izquierda debido al mal momento de Sesma y ahora, sin poder contar con Estoyanoff, también perderá la derecha. El equipo no abrirá tantos espacios, si bien es cierto que en un campo como Mestalla esa no es la mejor idea. De todas formas, esta temporada el conjunto amarillo no está entrando bien por las bandas y está fallando en los centros al área.
Con dos puntas
Principalmente, los centros no tienen éxito porque el Cádiz sólo cuenta con un delantero centro rodeado de defensas rivales. El técnico quiere que su equipo pise más área para paliar la escasez de gol, y por eso alineará a Jonathan Sesma junto a Medina. El canario, que ya jugara de delantero en el Universidad, volverá a la punta de ataque con el fin de aprovechar su velocidad y movilidad. Esta maniobra servirá para fijar a los centrales valencianistas.
Lobos, libertad total
Todos estos movimientos están encauzados hacia una misma dirección: Lobos debe tener total libertad de movimientos. Con su habilidad, tiene que descolocar a la defensa ché. Entrará por el centro, por la izquierda, la derecha, pero tendrá que ayudar en la presión arriba.