EN RUINAS. Estado que presentan algunas de las cuarteladas ya desalojadas del cementerio de San José. / ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

El cementerio de San José tendrá que estar abierto un año más

Aún quedan por trasladar al camposanto mancomunado 3.000 restos El cierre está pendiente de que se termine la pirámide que los albergará

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El cementerio de San José recibe cada día menos visitas. Desmantelado ya en parte, pocos se acercan ya a visitar a sus seres queridos, a pesar de que todavía siguen allí 3.000 unidades (que en algunos casos corresponden a una persona o a varias, cuando se reúnen restos de otras sepulturas).

A pesar de que la fecha anunciada para el cierre era finales del año pasado, según fuentes del Ayuntamiento, «habrá que esperar a finales de este año».

Esto supone un nuevo retraso respecto a lo anunciado por el concejal encargado de Cementerio, Santiago Posada, en el último Pleno municipal.

La razón, precisaron desde el Consistorio, es que para trasladar los restos que quedan, habrá que esperar a la construcción de un monumento funerario con forma de pirámide en el nuevo cementerio que albergará estas osamentas, ya incineradas.

La pirámide está ahora en construcción («ya está finalizado el sótano»), pero al parecer faltan aún varios meses para que esté concluida.

Riesgo de desplome

Una jornada cualquiera de la semana, apenas se puede ver a un trabajador del camposanto y el personal de la oficina. Antes de traspasar el umbral de la puerta, un cartel advierte que el acceso al público está restringido los días de fuertes vientos o después de lluvias abundantes. El riesgo de desplome es considerable y por ello se tomó esta decisión en la Comisión Municipal de Gobierno del Ayuntamiento en marzo de 1999.

De hecho, desde que se decidió el cierre, las familias han ido trasladando a otros cementerios los restos de sus seres queridos de forma voluntaria, pero debido a que hay incluso tumbas del siglo XIX, ha sido muy difícil localizar a muchos de sus propietarios. En algunos casos, han sido «labores detectivescas», subrayaron fuentes municipales.

Por ello, la mayor parte de los restos que permanece aún en San José son antiguos, algunos del siglo XIX y otros osarios más recientes que tampoco nadie ha reclamado por el momento.

Muchas de las galerías que albergaban decenas y decenas de nichos ya han sido derribadas. Otras lucen vacías, como cascarones y muchas más, tienen pintadas en letras negras «traslado al cementerio mancomunado».

Pero al margen de las tumbas y nichos comunes -que son la mayoría- aún perviven monumentos funerarios del siglo XIX y del XX, de notables de Cádiz. Es el caso de la escultura que el Ayuntamiento encargó para albergar los restos del alcalde Adolfo de Castro y Rossi y otros mausoleos de apellidos con solera en la ciudad. La mayor parte de esos monumentos funerarios se han trasladado ya al Mancomunado y, en el caso de que nadie reclame los que aún están ahí, «los expertos analizarán el valor artístico para ver si lo hace el Consistorio de forma subsidiaria», añadieron esas mismas fuentes.