Dos procesados en el macrojuicio al entorno de ETA rechazan el terrorismo

Dos de los procesados por dirigir una de las organizaciones acusadas de integrar el entorno legal de ETA, la Fundación Josemi Zumalabe, no sólo negaron ayer su pertenencia a ETA, algo que han hecho los 40 acusados que les han precedido en el estrado de la Audiencia Nacional, sino que mostraron su total desacuerdo con la banda terrorista, con sus métodos e incluso con sus objetivos.

Sabino Ormazabal y José Ignacio Uruñuela forman parte del patronato de la Fundación Josemi Zumalabe, la organización a la que el fiscal Enrique Molina acusa de sustituir, a partir de 1996, a AEK -el frente de masas de ETA- y de desarrollar, por mandato de la organización criminal, la estrategia de desobediencia civil «para romper con España».

El acusador público pide para Ormazabal diez años de cárcel por colaboración con banda armada y para Uruñuela doce años de cárcel por pertenencia a ETA, al tiempo que señala que los dos son dirigentes de EKIN, el presunto frente político y social de la organización terrorista.

Intervención total

Los dos procesados, pese a las diferencias y matices entre sus declaraciones, coincidieron ayer en calificar la imputación del fiscal de invención total, negaron de forma rotunda la relación de la fundación que dirigen con ETA, con EKIN, con AEK o con cualquier otra organización de la izquierda abertzale y afirmaron que no sólo no son de ETA ni han tenido nunca relación con la organización terrorista, sino que les ha molestado en gran manera que alguien les encuadre en esta banda.

Insistieron en que tanto su imputación como la inclusión de la Fundación Josemi Zumalabe en el sumario contra las presuntos organizaciones del entorno legal de ETA es una equivocación total de los cuerpos policiales, del juez instructor y de la Fiscalía.