Contraportada

La manzana de la discordia

La discográfica Apple, que grabara a los Beatles, se enfrenta a Apple Computer en los tribunales por la similitud de su logotipo

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Dos estilizadas manzanas, la de Apple Corps y la de Apple Computer, se enfrentan a partir de hoy en los tribunales de Londres a causa de las desavenencias que arrastran desde hace treinta años por la similitud de su marca corporativa, de su logotipo. Pero en realidad no se trata de un pleito sobre logotipos o diseño gráfico, sino entre la manera de entender la música hasta hace bien poco y la revolución que ha su-puesto el éxito del iPod. ¿Son los reproductores audiovisuales de MP3 un distribuidor de contenidos sobre soporte físico, o un mero transmisor de datos?

Apple Corps pertenece a Paul McCartney, Ringo Starr, Yoko Ono y Olivia Harrison. La compañía fue fundada en 1968 como sello para la comercialización de los discos de los Beatles y todos los productos lanzados al mercado en relación con ellos. Desde su creación, tuvo como logotipo una manzana verde de la variedad Granny Smith, que en los vinilos de su división discográfica, Apple Records, aparecía entera por un lado y por el otro cortada por la mitad.

Ordenadores, también Apple

Cuando Steve Jobs puso en marcha en 1976 su empresa de ordenadores, la bautizó Apple Computers y escogió como emblema corporativo una manzana con los colores del arco iris y mordida en uno de sus extremos. Cinco años después, Apple Corps llevó a los tribunales a la compañía norteamericana por similitudes en la marca y su distintivo; y en un acuerdo judicial valorado en 80.000 dólares obtuvo el compromiso de Jobs de mantenerse al margen del negocio musical.

La siguiente batalla se planteó en 1989, después de que Apple Computers introdujera un programa de creación musical. Como consecuencia de la disputa, en 1991 ambas firmas alcanzaron otra entente en los tribunales. Esta vez fueron 26 millones de dólares, dado el gran desarrollo mundial que para entonces habían tenido los ordenadores de Apple Macintosh, y gracias a este pacto Apple Corps se reservaba los derechos en «los trabajos creativos cuyo principal contenido es la música», mientras que a Apple Computers le competían «bienes y servicios usados para reproducir o entregar tales contenidos».

Según los términos del pacto referidos por The Times, Apple Computers se quedaba al margen de la distribución de contenidos musicales en medios físicos, que en ese momento eran esencialmente tanto discos como cassettes. Pero la invención posterior del iPod, con sus archivos iTunes, que ha vendido más de mil millones de canciones desde 2002, ha vuelto a sembrar la discordia entre las dos manzanas.

Para Apple Corps, los iTunes su-ponen la ruptura del acuerdo judicial alcanzado hace quince años, mientras que para Apple Computers su producto se limita a la mera transmisión de datos.

Los archivos digitales del iPod no han incluido canciones de los Beatles, ni de otros cantantes que también grabaron sus creaciones bajo el se-llo de la media manzana, pero ello no ha po-dido evitar la confrontación.

A la vista que co-mienza hoy no acudirán ni Paul McCartney ni Ringo Starr, como tampoco los herederos de John Lennon y George Ha-rrison, pero sí actuará de testigo Neil Aspinall, director de Apple Corps y antiguo responsable de las giras de los Beatles.

La empresa Apple Computers, que de momento no ha querido extenderse sobre la posición en la que ba-sará su defensa, estará representado por Eddy Cue, jefe de sus servicios en internet.

Si los Beatles fueron las grandes estrellas del vinilo, que definieron la música de los sesenta y marcaron los gustos de generaciones posteriores, el rápido éxito del iPod de Apple Computers ha revolucionado la manera en que hoy se compra y se escucha la música en un mundo digitalizado.

El pleito judicial que les enfrenta es un duelo de pioneros.

Nadie sabe quién se hará con el bocado definitivo