Las protestas en Francia contra el CPE llevan al arresto de 2.500 personas en dos meses
Sólo el martes fueron detenidos 500 manifestantes en París y 300 en la provincia
Actualizado: GuardarUnas 2.500 personas han sido detenidas en Francia desde que, hace dos meses, comenzó el conflicto a causa del Contrato para un Primer Empleo (CPE), entre ellas 500 el martes en París, según anunció hoy la policía, tras las gigantescas manifestaciones de la víspera en todo el país. Estas protestas, de una amplitud sin precedentes desde hace varios años, reunieron entre un millón y tres millones de personas en toda Francia.
En numerosas ciudades las movilizaciones fueron seguidas por enfrentamientos entre la policía y grupos ajenos a los manifestantes, en general llegados de los barrios marginales. Sólo en la jornada del martes, 488 personas fueron detenidas en París y 299 en provincia, indicó el director general de la policía Michel Gaudin a la radio privada RTL.
Un miembro de la policía antidisturbios (CRS) resultó "seriamente herido" y hospitalizado en París después de haber recibido en la cara un "cohete" lanzado durante los enfrentamientos de la noche en la plaza de la República en París.
Los coches no dejan de arder
Por otra parte, 31 vehículos fueron incendiados el martes en todo el territorio, precisó el jefe policial, quien abogó por una "severidad mayor" de la justicia frente a los vándalos.
Interrogado sobre una posible reanudación de los motines en los barrios del extrarradio parisino, eventualidad señalada por el ministro del Interior Nicolas Sarkozy, Gaudin respondió que "es uno de nuestros temores, pero actualmente no observamos un aumento de los incidentes en los suburbios".
Por otro lado, el Gobierno ha reiterado esta mañana, por medio de su portavoz, Jean Franois Copé, y de su ministro de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, que no retirará el texto, aunque está dispuesto a negociar modificaciones sobre los contratos. "La ley ha sido votada, el primer ministro ha hecho su trabajo, ahora se abren nuevas posibilidades antes de la promulgación de la ley, pero es el presidente quien tiene que pronunciarse", ha señalado Douste-Blazy.
Sobre la posibilidad de una nueva relectura del texto en la Asamblea Nacional, el titular de Exteriores apuntó que "no es probablemente el deseo del primer ministro, Dominique de Villepin". "Pero mientras la ley no sea promulgada, hay lugar para el encuentro. Sólo que son los sindicatos quienes no quieren dialogar", dijo Douste-Blazy.
El ministro de Exteriores abrió así una puerta a un posible entendimiento sobre la base de la posibilidad expresada ayer por el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quien pidió una suspensión de la ley antes de su promulgación para reabrir las negociaciones "sin condiciones previas". Douste-Blazy, a pesar de estas diferencias, insistió en que "todo el Gobierno es solidario" con el primer ministro.