El fiscal sostiene que el crimen de Cerro del Moro fue cometido por tráfico de coca
Actualizado: GuardarRamón Abelleira murió el 16 de marzo de 2003 como consecuencia de las quemaduras sufridas en todo su cuerpo al prenderse el colchón en el que dormía en Cerro del Moro (Cádiz). Durante el juicio oral con jurado que se celebra en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, los cuatro acusados de asesinar a la víctima coincidieron ayer en manifestar que «no hubo ningún acuerdo, ni pacto con nadie para hacer daño a Ramón. Era amigo mío, del barrio, de toda la vida. Un toxicómano igual que yo», señaló J. L. S. H.
Sin embargo, este procesado reconoció que la víctima mantuvo meses antes del suceso una fuerte disputa con O. V. C., presunto autor intelectual del delito de homicidio, según la calificación del Ministerio Fiscal. «Ramón le sacó un cuchillo porque quería cambiar un tarro de pastillas por cocaína», aseguró. Un incidente que fue corroborado durante su declaración por O. V. C. «Ramón me amenazó con un cuchillo porque quiso venderme una caja de pastillas a cambio de cocaína. En esa ocasión J. L. S. H. me salvó la vida al defenderme, pero yo me quedé asustado porque Ramón era muy agresivo».
A raíz de aquel conflicto, «O. V. C. tenía que estar escondido porque Ramón lo quería matar», relató J. L. S. H., quien también reconoció haber recibido, en otra disputa, un cadenazo de la víctima. «Era un toxicómano muy violento, estaba con sida y el día antes que murió vino a buscarme y para pedirme perdón. Estaba muy mal y yo le dí mi apoyo», señaló.
Una reconciliación en la que hubo varios testigos, según manifestó ayer J. L. S. H., y de la que se hizo eco el representante del Ministerio Público, Ignacio Moreno, para desvelar ante el jurado algunas de las contradicciones con respecto a la declaración hecha en su día en el juzgado, en donde «el acusado aseguró que no habían testigos», dijo el fiscal.
Jugando a la 'Play'
Aquella noche en que ocurrieron los hechos (el incendio de la casa de Juan El Gitano en la que pernoctaba Ramón Abelleira) O. V. aseveró que «estaba durmiendo y me enteré al día siguiente por J. O. Q. de lo que pasó».
Por su parte, el imputado más joven, J. O. Q., con 23 años, durante su declaración aseguró que «no conocía a Ramón» y que en el momento del incendio «estaba en la casa de un amigo jugando a la Play Station. Escuché una explosión muy fuerte. Cuando bajé a la calle me encontré con J. L. S. H.».
El cuarto procesado, F. G. C., llevado al banquillo de los acusados únicamente por la acusación, puesto que la Fiscalía considera que no hay pruebas suficientes, reconoció conocer bien al malogrado, ya que «consumimos droga juntos y era amigo de él (Ramón)» y que aquella madrugada se encontraba «en casa con mi mujer porque estaba embarazada y nos recogíamos temprano. De la muerte de Ramón me enteré a los dos días por unos amigos del barrio», matizó.
En la jornada de hoy está previsto que pasen por el estrado los testigos citados por el fiscal, la acusación particular y las cuatro defensas.