Sexta
Actualizado: GuardarAyer arrancaba formalmente La Sexta, nueva cadena de televisión en emisión analógica que nace de la colaboración de la mejicana Televisa con Globomedia y Mediapro y cuyo rostro bandera es Emilio Aragón. En la presentación del nuevo canal han estado el ministro Montilla, el portavoz Moraleda y el president Maragall, nada menos: la pomada de la pomada. Nadie podrá decir que estamos ante el nacimiento de eso que se llama un medio crítico. Por lo que se va viendo, La Sexta nace como un canal entregado vocacionalmente al entretenimiento: no hay informativos (dicen que hasta después del verano) y el grueso de su parrilla está compuesto por series. Parece que esto no es accidental, sino que forma parte de la filosofía de la cadena: el espacio inaugural de La Sexta ha sido el programa de cocina de Eva Arguiñano.
El mundo de la tele ha saludado la aparición del nuevo canal con las habituales fórmulas de fair-play. Ya puede usted imaginarse que tras cada salutación se esconde el poco secreto deseo de que La Sexta tropiece de manera irreversible. El mundo de la competencia es así. Después, en los mentideros, se cruzan apuestas sobre las condiciones de supervivencia de la nueva cadena.
Una de las apuestas más fuertes es la que concierne a los derechos del Mundial de fútbol, que La Sexta ha comprado en un insólito alarde de audacia. Ocurre que el nuevo canal, pese a una buena estrategia de expansión, no se ve en buena parte del territorio nacional y, allá donde se ve, son muchos los que no pueden hacerlo por problemas de antena. ¿Cómo puede aspirar alguien con esas limitaciones a emitir un Mundial de fútbol, que es un acontecimiento de masas? Los colmillos más afilados del lugar arriesgan el siguiente pronóstico: que La Sexta, dentro de un periodo prudencial, venderá los derechos de la gran cita futbolera al mejor postor. Algunos van más lejos y señalan incluso la identidad de ese mejor postor, que sería el mejor postor por antonomasia. Esto nos lo dirá el tiempo, por supuesto. De momento, lo que resulta bastante incomprensible es que TVE se haya abstenido en esta liza por el Mundial.