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Un kamikaze asesina a 40 iraquíes en un centro de reclutamiento del Ejército

AGENCIAS/BAGDAD
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Un terrorista suicida que llevaba un cinturón de explosivos causó ayer la muerte a unas cuarenta personas y heridas a otras treinta en un ataque contra una base militar conjunta estadounidense-iraquí en Tel Afar, en el norte de Irak, que es utilizada como centro de reclutamiento de tropas, y que ya había sido atacada en otra ocasión. El 26 de junio de 2005, una acción terrorista similar, también perpetrado por suicidas, causó dieciséis víctimas mortales.

El Ministerio de Defensa precisó que en el atentado, dirigido contra una multitud de jóvenes que aspiraban incorporarse al Ejército, fallecieron tanto civiles como militares. El kamikaze se mezcló entre los numerosos reclutas antes de accionar la carga.

Además, seis ciudadanos fallecieron en un ataque con proyectiles de mortero a un edificio y una vivienda del sur de Bagdad. Asimismo, en el oeste de la capital se localizaron veintiún cadáveres, muchos de ellos con cuerdas atadas al cuello. Durante los dos últimos días han perdido la vida más de ochenta personas en el país del golfo Pérsico.

Las autoridades iraquíes elevaron ayer el tono de sus protestas contra Estados Unidos por la operación efectuada el domingo en la mezquita chií de Mustafá, en el noroeste de la capital. «Entrar en el templo y matar a los fieles fue injustificado, una violación horrible desde mi punto de vista», dijo el ministro de Interior, Bayan Jabr. «Gente inocente que ofrecías sus plegarias en el atardecer fue asesinada», señaló.

Operación americana

Según el coronel de Policía Falah al-Mohammadawi, en la operación murieron diecisiete personas, de las que siete eran miembros de la milicia chií Ejército del Mehdi, tres del Partido Islámico Dawa y otros siete eran civiles sin afiliación política alguna.

El mando militar norteamericano dio otra versión, y aseguró que los abatidos fueron «dieciséis insurgentes» y que la operación consistió en un registro casa por casa «sobre un objetivo con estructuras múltiples». Los soldados estadounidenses insistieron en que «no se entró en ninguna mezquita durante la operación», aunque reporteros que visitaron el lugar de la acción de castigo afirmaron que se trataba claramente de un complejo religioso.

El gobernador de Bagdad, Hussein Tahan, aseguró ayer que las autoridades locales cortarán toda relación con los representantes políticos y militares estadounidenses, «por el cobarde ataque» contra la mezquita.