Los acusados de Ekin dicen que el juicio es ahora una «pérdida de tiempo»

El clima creado por el «alto el fuego permanente» de ETA irrumpió ayer de lleno en el juicio que la Audiencia Nacional celebra desde noviembre contra los 55 dirigentes de las presuntas organizaciones del entorno de la banda terrorista. Mikel Zuluaga, para quien el fiscal pide diez años de cárcel por colaboración con ETA, se dirigió a la presidenta del Tribunal, Ángela Murillo y le dijo: «Señoría, en Euskadi se ha abierto una puerta a la esperanza. Aquí estamos perdiendo el tiempo ustedes y nosotros. La Audiencia Nacional, al menos para los vascos, es un tribunal de otro tiempo».

Zuluaga transmitió así al tribunal la opinión de la totalidad de los procesados en un juicio que incluso ha cambiado de puesta en escena. Los acusados, que desde la primera sesión han acudido a las vistas ataviados con oscuras camisetas adornadas con denuncias de vulneración de derechos políticos o contra la tortura, llegaron ayer a la sala con prendas multicolores y la palabra Kafka impresa sobre el dibujo de la silla de un estrado -en alusión al absurdo proceso contra un inocente que describe el novelista checo en El proceso-.