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«Hemos vendido hasta los chicles»

Bares, restaurantes y hoteles hacen su 'agosto' gracias a los bolsillos de los moteros El gasto medio por persona durante el fin de semana ronda los 450 euros

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No hay establecimiento en Jerez que no se haya aprovisionado bien para el pasado fin de semana. Los bares acumulaban litros y litros de cerveza, kilos de pan y de embutidos para dar de comer a miles de hambrientos moteros.

Es el caso del ya clásico punto de encuentro de moteros en el Mamelón, el bar La Cubatería, que tenía en la despensa mil quinientos litros de zumo de cebada. «Vendemos todos los años más de mil en sólo dos días». Ocho barriles más de lo habitual un fin de semana y «este año ha venido mucha más gente y hace calor».

En la avenida Álvaro Domecq son los bares de copas los que se llevan el gato al agua. En Kapote, lo que más se ha vendido estos días es whisky. «Hemos estado abriendo de dos y media de la tarde a seis de la mañana», dice su propietario, José María García. Cuando se mencionan los beneficios económicos, García no lo duda y afirma: «Es un disparate».

No sólo es la hostelería la que registra esta inyección económica. Las gasolineras también hacen su buena caja y si están en una zona especialmente motera, aún más. Es el caso de la Estación de Servicio Galp, de la avenida de Europa. Abierta de forma ininterrumpida, aseguran que «hemos vendido hasta los chicles». En total: dieciséis mil litros de gasolina dispensados tan sólo durante la jornada del sábado. Y además, cientos de refrescos, bolsas de patatas, bocadillos y cervezas».

En El Puerto el buen tiempo pudo con el cierre policial a la zona centro. Los moteros se decantaron durante todo el fin de semana por dejar sus máquinas en los aparcamientos habilitados por el Ayuntamiento cerca de la Ribera del Marisco y visitar a pie los bares de la zona. Lugares emblemáticos como Romerijo estuvieron repletos desde el viernes casi desde la mañana a la noche. «El cierre sólo se ha notado en que la gente ha comido más tranquila», aseguraron los trabajadores de la marisquería.

Los efectos de Gran Premio llegaron, aunque con menor intensidad, hasta Cádiz por cuyas zonas turísticas se respiraba un ambiente especialmente festivo. Además, los restaurantes situados cerca de los hoteles, cuyo balance inicial también es muy positivo, se beneficiaron por la afluencia de aficionados. «Estar cerca de un hotel se nota. Este año ha sido mejor que los anteriores. Puede ser porque era la primera prueba del Mundial o porque el tiempo ha sido fabuloso», afirmó el dueño de La Marea, Mikel Elorza.

A fuerza de bolsillo

Los hosteleros y empresarios de Jerez sonríen ante la llegada de los moteros pero ¿cuánto dinero se deja cada visitante en la ciudad? Aproximadamente el desembolso de cada motero es de unos cuatrocientos cincuenta euros tan sólo en el fin de semana, dependiendo del tipo de alojamiento y los días que pernocten en la ciudad. «Nosotros hemos dormido en el camping de Las Dunas y nos hemos gastado cada uno quinientos euros», asegura Manuel Rubio mientras prepara su vehículo para salir hacia Minglanilla, en Cuenca. Desde Madrid vinieron Jorge y Roberto Juan, padre e hijo, que decidieron pernoctar en un hotel de Rota, ellos aseguran que se han gastado 800 euros.

Además los moteros han sufrido abusivas subidas de precios de algunos establecimientos que podían llegar a cobrar hasta dos euros y medio por una lata de refresco.