«Siempre podré cerrar los ojos y ver a Rossi rodando por el suelo»
Actualizado: GuardarAllí estaba yo, viendo cómo Rossi rodaba por el suelo. La noche anterior apenas había dormido. La idea era acostarse a una hora decente, pero la alegría y la fiesta que se vivía en El Puerto nos arrastró hasta las primeras horas de la mañana. Nos levantamos de la cama como pudimos y llegamos al circuito con más sueño que otra cosa, pero el ruido, la atmósfera, el ambiente nos quitaron las legañas de un plumazo. Cuando comenzó la prueba de Moto GP ya estábamos más despiertos que nunca. Nunca olvidaré esas dos horas. El espectáculo de Pedrosa. Españoles animando a Rossi. El deporte, la pasión y la afición por las motos en su máxima expresión. En esos momentos era como si el tiempo se hubiera detenido. Pero todo lo bueno se acaba y el reloj se puso en marcha otra vez. Había que emprender el viaje de retorno a Murcia, a casa, al trabajo, a la rutina. El sueño se había hecho realidad y la verdadera realidad de cada día era ahora algo que nos exigía cuentas. Aunque siempre podré cerrar los ojos y ver a Rossi rodando por el suelo.