Los agricultores exigen mayor seguridad en los campos para frenar los robos en los cultivos
Denuncian que la falta de efectivos les está ocasionando «graves» pérdidas de productos, herramientas y gasoil Piden el regreso de la Guardia Civil a la vigilancia rural
Actualizado: GuardarLlevan años con la misma lucha pero sin que desde las administraciones se les ponga alguna solución. Los agricultores portuenses dicen estar «hartos» de tener que sufrir robos en sus cultivos. «Es nuestro pan y trabajamos muchas horas para que vengan a quitárnoslo», explica uno de los afectados.
Según explican, la situación se ha agravado desde que en 1997 la Guardia Civil trasladara sus competencias de vigilancia rural a la Policía Nacional. «Ellos se habían dedicado a esto toda la vida y son los que conocen de verdad los caminos y las formas de llegar a nosotros». Ahora, es la Policía Nacional la que se encarga de vigilar los vastos territorios de cultivo que se reparten por todo el extrarradio de la ciudad. «Nosotros no vemos a los policías y, si les llamamos, tardan demasiado en llegar», lamentan.
Muchos de los campos que son atacados se encuentran en las proximidades de las prisiones, lo que, empeora la situación de «inseguridad» que dicen vivir. Los agricultores temen que los familiares y las personas relacionadas con los presos que acuden a Puerto I y Puerto II entren en sus cultivos de manera violenta.
Como oro líquido
Son varios los objetivos que tienen estos ladrones de campo. Pero, sin duda, uno de los más preciados, es el gasoil que utilizan los agricultores para sus máquinas. «En un año nos pueden llegar a robar de 7.000 a 8.000 litros de gasoil». Al igual que ocurre con los pescadores, el alto precio de los carburantes ha supuesto para este colectivo un nuevo mazazo para el desarrollo normal de su trabajo. «Si encima que nos cuesta carísimo, nos lo quitan, ¿qué vamos a hacer!», lamentan en la representación agrícola portuense. Pero además, los cultivos sufren de otro tipo de hurtos. Entre otras cosas, los ladrones se llevan los tubos de regadío, baterías y otras herramientas y maquinaria para poder venderlos como chatarra.
En cuanto a los cultivos, sobre todo, se aprovecha las épocas más fructíferas para arramplar con los siembras. De hecho, algunos cuentan que, justo cuando se está procediendo a la recogida de la uva y otros productos típicos es cuando se incrementan los robos y «tenemos más miedo».
Los agricultores exigen a las autoridades que «pongan solución» a la inseguridad con el que tienen que desarrollar su trabajo