¿Pan para hoy?

Espárrago salvó ayer el cuello. Este medio está en condiciones de asegurar -frase peliculera donde las haya- que el entrenador del Cádiz se jugaba el puesto ante el Atlético de Madrid. En la directiva lo tenían claro: no se trataba sólo de ganar o perder con el Atlético, era sobre todo una cuestión de imagen. Si se repetía lo visto en partidos como el de Bilbao, el Alavés o el Mallorca, rodaría su cabeza.

Sin embargo, en el club se ha vuelto a recuperar parte de la confianza perdida en el uruguayo al ver cómo el equipo peleó, luchó, se entregó -sobre todo en la segunda mitad- y fue capaz de rascar, al menos, un empate, aunque fuese con la inestimable colaboración arbitral, ya que el penalti venía precedido por un fuera de juego.

Ahora bien, aun dando por bueno el punto sumado, a quien suscribe le ataca una duda. Y es que no tengo muy claro que con cambiar la imagen sea suficiente. A estas alturas lo único que vale ya son los resultados. Que se lo digan al Athletic de Clemente. El subidón de adrenalina que experimentamos todos anoche en Carranza está muy bien, pero quizá sea pan para hoy y hambre para mañana. Recuerda a cuando en Navidad Mirosavljevic destacó en dos o tres partidos y se decidió no fichar un delantero. Luego todo volvió a ser como antes y el tren del refuerzo atacante pasó de largo.

Ojalá los responsables del club acierten y lo de ayer sea ese punto de inflexión que sirva como revulsivo. Pero a mí me van a permitir que siga teniendo mis dudas.