Zapatero augura «un proceso largo y difícil» y reclama la ayuda de Rajoy
Reconoce en un discurso conciliador la labor de los populares en la lucha antiterrorista y estima «esencial» su apoyo al Ejecutivo Recibirá el próximo martes al líder de la oposición en La Moncloa
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero solicitó ayer a Mariano Rajoy ayuda para llevar a buen puerto la «esperanza» que ha abierto el anuncio de una tregua permanente de ETA. Emocionado, el presidente del Gobierno mostró su faceta más institucional y conciliadora en una declaración muy meditada, en la que trató de acabar de un plumazo con el enfrentamiento que en los últimos meses ha dividido a su Gobierno y al PP en la lucha antiterrorista.
Sus primeras palabras fueron para recordar a las víctimas, a las Fuerzas de Seguridad del Estado, a la sociedad vasca y para solicitar a todos los partidos, en especial al PP, su apoyo para abrir un proceso que termine de forma definitiva con la banda terrorista. También trasladó a los ciudadanos dos mensajes opuestos: También trasladó a los ciudadanos dos mensajes opuestos: «Será un proceso largo y difícil», «un camino que tendremos que recorrer todas las fuerzas políticas juntas», pero, dijo, «podríamos estar ante el principio del fin» de ETA.
Zapatero apareció en el Parlamento a primera hora de la tarde con un semblante serio que contrastaba con las amplias sonrisas de su grupo parlamentario. La alegría entre los diputados socialistas era evidente, más aún entre dirigentes vascos como Ramón Jáuregui y Eduardo Madina, que se besaron y abrazaron incapaces de reprimir su emoción.
Consciente de la euforia desatada, la primera consigna del Gobierno fue la de pedir prudencia por las malas experiencias que otros ejecutivos tuvieron con treguas anteriores. Una cautela que obligó a Zapatero a recordar que los próximos meses serán «largos, duros y difíciles». No obstante, el presidente del Gobierno está decidido a no desaprovechar esta oportunidad y cree que no podrá lograrlo a menos que todos los partidos, y en especial el PP, le apoyen. Por ello, obvió las condiciones que Rajoy le puso para brindarle su apoyo y dio por hecho que los populares mantendrán una actitud digna de su trayectoria en la lucha contra ETA.
«Nos han separado muchas cosas en los últimos tiempos, pero tengo el convencimiento de que ustedes desean, igual que todos los españoles, el fin de la violencia, que lo desean hacer a través de la democracia, de la legalidad, de la sensatez», subrayó. En lugar de destacar la soledad del PP, Zapatero puso el acento en la importancia que tiene un partido que representa «a un número tan importante de ciudadanos» y consideró que su concurso en este proceso será «esencial» para que concluya «como todos deseamos».
«Créame, tengo confianza en ustedes, que han luchado mucho por el fin del terrorismo». El presidente del Gobierno se comprometió ante la Cámara a ofrecer a Rajoy la «máxima información y colaboración para que podemos ver ese horizonte de esperanza que nos una». «Lo necesita la democracia», sentenció en un discurso muy aplaudido por los socialistas y que esta vez no interrumpió el PP.
Temor
Las palabras del presidente reflejan la cautela de gran parte del Gobierno y de la dirección del PSOE, que temen que el PP se descuelgue de este proceso y lo utilice para acusar a Zapatero de ceder ante los terroristas. Algo que, creen, podría dinamitar la posibilidad de acabar definitivamente con la banda.
De ahí los esfuerzos del presidente por atraerse al primer partido de la oposición. El líder del PP fue el primer dirigente político con el que intentó contactar después de que el CNI le informara del alto el fuego. Antes de conseguir hablar con el líder de la oposición, el lehendakari Juan José Ibarretxe se puso en contacto con el jefe del Ejecutivo. Y, cuando por fin pudo conversar con Rajoy, le emplazó a reunirse la próxima semana para informarle en más detalle de esta «buena noticia». El encuentro comenzará el martes a las 11 de la mañana y que precederá a las entrevistas que celebrará después con el lehendakari y con el resto de líderes políticos.
«Iré con calma»
En un día que muchos miembros del Gobierno calificaron como «histórico», el jefe del Ejecutivo frenó las expectativas y se apuntó a la mesura: «Iré con calma, con prudencia, cubriendo cada etapa y cada paso con el máximo consenso de las fuerzas políticas en el ámbito de la democracia y la legalidad, que es lo que tiene que dar el empuje definitivo para el fin de la violencia».
Zapatero desveló que después de entrevistarse con los líderes políticos se tomará «un tiempo» para contrastar que las intenciones de ETA son reales y no una trampa. Hasta entonces no comparecerá ante el Parlamento, como prometió en el último debate sobre el estado de la nación, para pedir el apoyo formal de las Cortes ante unas posibles conversaciones con la banda.