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reacción del gobierno vasco

Ibarretxe impulsa los contactos para formar la mesa de partidos

«Es obligación de ETA no frustrar nunca más la ilusión de la sociedad vasca», dice el lehendakari a la banda - Se ofrece a Zapatero para «allanar el camino» de la paz

AITOR ALONSO /VITORIA
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«Éste es un día histórico», dijo el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el recibidor del palacio de Ajuria Enea desde donde leyó la declaración institucional de su Gobierno en relación con el alto el fuego permanente decretado por ETA. «Comparezco -aclaró-, con la responsabilidad de gestionar un nuevo tiempo, un futuro mejor, un futuro apasionante», dijo Ibarretxe. «Sereno -concluyó en su improvisación previa a la lectura del texto, en la que estuvo acompañado de todo su gabinete-, pero también contento. El conjunto del Gobierno vasco mira al futuro con optimismo».

El presidente del Ejecutivo vasco marcó después su 'hoja de ruta' de cara al «nuevo tiempo» al que había aludido en su introducción. Eran poco más de las cuatro y media de la tarde, y el lehendakari aseguró que ya había «iniciado contactos» con los representantes de las fuerzas políticas vascas, incluida Batasuna, con una doble intención: «Valorar este escenario de esperanza» y «plantear el inicio de una fase preliminar de diálogo sin exclusiones», previa a la formalización de la mesa de partidos. De este órgano, según el plan del presidente vasco, debería salir el acuerdo «integrador para la normalización política» que posteriormente sería sometido, como ha defendido con insistencia el lehendakari, a una consulta popular «democrática» con la intención de que sea ratificado por la sociedad vasca.

«Hago un llamamiento a todas las fuerzas y sensibilidades políticas para que aprovechemos esta oportunidad y trabajemos conjuntamente para alcanzar un acuerdo de normalización», detalló el lehendakari. En los contactos preliminares iniciados ayer, el objetivo será establecer «el calendario del proceso, los principios, la metodología y los contenidos del diálogo», cuestiones necesarias para abordar «con garantías» la constitución de la mesa multipartita.

«Enorme alivio»

«Manifestamos nuestra alegría porque, por fin, ETA ha escuchado a la sociedad vasca», apuntó Ibarretxe, quien calificó de «escenario de ilusión» el panorama abierto tras la declaración de alto el fuego por la banda terrorista, aunque no ocultó que lo considera un proceso «complejo y no exento de dificultades». Euskadi, enfatizó Ibarretxe, «exige la desaparición de todas las acciones y manifestaciones de violencia y demanda con firmeza el respeto de los derechos humanos y las libertades de todas las personas».

A renglón seguido dirigió su mensaje a los terroristas. «Es obligación de ETA no frustrar nunca más la ilusión de nuestro pueblo». A su juicio, la declaración de la banda «supone un enorme alivio para toda la sociedad vasca y abre una ventana que nada ni nadie debe cerrar», apuntó Ibarretxe, quien descargó en los partidos políticos y las instituciones «la obligación de hacer universal e irreversible» el proceso de paz. Reclamó, no obstante, la «participación activa» de los vascos. «Tenemos el derecho y el deber de hacer este camino juntos. Esto no se puede ver sólo como una cuestión de políticos».

En su medida declaración, el lehendakari tuvo una referencia a «todas las víctimas», para quienes pidió un «reconocimiento sincero». Éste «sentará las bases del camino para reconciliación en la sociedad vasca».

Diálogo leal

Ibarretxe ofreció al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su «completa disposición personal» y la de todo su gobierno, para «allanar el camino de la pacificación». El lehendakari y el jefe del Ejecutivo habían conversado horas antes e Ibarretxe aseguró que había trasladado al dirigente socialista su compromiso «para desarrollar un proceso de diálogo leal y sincero sobre las cuestiones políticas referidas al proceso de normalización».

«Ha llegado la hora de que callen las armas, de hacer entre todos universal e irreversible la paz», concluyó Ibarretxe. «Es tiempo de que la sociedad vasca pueda decidir en paz y libertad su propio futuro».