Solución a medida

Ante este desaguisado, correspondía a la Consejera de Cultura de la Junta, Rosa Torres, tomar una decisión lo más ajustada posible. Muchos pensaban que rodaría alguna cabeza, pero no ha sido así.

Al final, pese a contravenir toda la estructura de la Junta sobre el tema flamenco, se ha realizado un remiendo a la medida, sin importar un ápice que el organigrama administrativo de la Junta se haya podido saltar a la torera. Se han tenido en cuenta todas las peticiones de Cristina y el Ballet pasará a depender de la Empresa Pública de Contratación, mientras que el resto de colectivo flamenco seguirá a expensas de la Agencia. Quizás el dato que falta a todo esto es la militancia en el partido político que ostenta el poder en la Junta de la artista, con el que concurrió incluso a las elecciones municipales. Haya paz y mañana gloria.