Los viejos 'rockeros' nunca mueren
Los jugadores de la selección de veteranos del Atlético Portuense se resisten a colgar las botas; con edades comprendidas entre los 35 y 52 años, prometen seguir dando guerra sobre el césped
Actualizado: GuardarEn el Club de Rugby Atlético Portuense (CRAP) hay sitio para todos, desde niños de 10 años hasta mayores que superan la cincuentena. Y es que, una vez que este deporte te atrapa, se hace muy difícil abandonarlo. Prueba feaciente de ello es la selección de veteranos del Portuense, donde abogados, arquitectos, operarios o comerciantes de más de 35 años, dejan a un lado sus quehaceres diarios para vestirse una vez más de corto y demostrar que, a pesar de la edad, aún les queda mucho juego por desplegar.
Hasta hace un año, los jugadores retirados del CRAP se reunían ocasionalmenete para jugar algunos partidos. Sin embargo, la constante demanda de muchos por dar un paso más allá se tradujo en la creación de una sección fija dentro del club que, ahora, es la que se ocupa de forma permanente de organizar el funcionamiento del equipo.
De momento, este año, el equipo ya ha participado en dos torneos celebrados en El Puerto y Sevilla. Además, se han jugado amistosos contra las selecciones de veteranos de la Universidad de Badajoz, la facultad de Arquitectura de Cádiz y los portugueses del Alentejo. De cara al futuro, el CRAP cumplirá con la norma no escrita de devolver las visitas a los rivales que han venido a jugar. De tal forma, el próximo mes de junio, viajarán a Évora para enfrentarse de nuevo contra el Alentejo aunque antes, el 29 de abril, recibirán como locales al Guernica. La directiva también está trabajando para inscribir al equipo en algunos torneos internacionales.
El peligro de las lesiones
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los jugadores conforme a que cumplen años es el peligro de las lesiones; un hándicap que se hace aún más evidente en deportes que, como el rugby, giran en torno a un continuo contacto físico. Hasta el momento, los jugadores del CRAP han tenido suerte «porque sólo hemos sufrido pequeñas molestias musculares propias de la edad y no hemos debido de lamentar ninguna rotura», comenta el responsable del equipo, Francisco García. Con el fin de evitar males mayores, los veteranos juegan con algunas limitaciones que hacen más llevadero el esfuerzo físico. En las melés no está permitido empujar y, además, la clásica patada a seguir no se puede emplear más allá de la zona defensiva lo que «evita que el partido se convierta en un pasacalles y que nosotros acabemos completamente desfondados», explica el jugador. Eso sí, los jugadores coinciden en destacar que el contacto sigue siendo el mismo porque un placaje es siempre un placaje.
La plantilla de veteranos está formada actualmente por unos 50 jugadores, una cifra que se considera insuficiente y que se pretende ampliar, algo factible teniendo en cuenta que por el club han pasado más de 300 jugadores que ahora suman más de 35 años. Esta ampliación permitiría, entre otras cosas, dividir la escuadra en dos secciones: 35-45 años y de 45 en adelante. La subclasificación dentro de la categoría de veteranos no se contempla en los torneos españoles pero sí a nivel internacional y abriría las puertas, por ejemplo, a que el CRAP participase en alguna de estas modalidades en el festival internacional para veteranos que se celebrará el próximo año en Nueva Zelanda, eso sí, siempre y cuando se lo permitiesen sus posibilidades.
«Amor al rugby»
Pero ¿qué mueve a esto hombres a continuar corriendo tras el balón ovalado? «El amor a nuestro deporte», responde tajantemente García. «Algunos de nosotros empezamos a jugar con 12 años, llevamos toda la vida haciéndolo y no queremos dejarlo», asegura, a la vez que resalta el contenido lúdico de esta actividad ya que «el equipo va más allá de lo simplemente deportivo, algunos compañeros hemos pasado más tiempo juntos que con nuestros propios hermanos». En definitiva, dice García, «el hecho de jugar el partido es al final sólo una excusa». De la misma opinión es el medio melé del equipo, Néstor Velázquez, según el cual «éste es un grupo maravilloso». Respecto a la continuidad del equipo, no hay problema: «ya hay muchos jóvenes que nos han comunicado la intención de unirse a nosotros cuando les llegue el momento» asegura Velázquez quien, además, no quiere dejar pasar la oportunidad de alabar la calidad deportiva de un conjunto que cuenta entre sus filas con «viejas glorias que siguen conservando un extraordinario nivel aunque, claro está, también sufren los achaques propios de la edad».
Desde el CRAP de veteranos se anima a todos los aficionados a este deporte a unirse a sus filas. Pueden hacerlo asistiendo a uno de sus entrenamientos, que se celebran todos los jueves a las 20:00 horas, o bien dirigiéndose a la sede del CRAP, calle La Palma 23, Puerto de Santa María.