Continúa en estado grave el soldado ingresado en San Carlos por meningitis

El soldado perteneciente al Centro de Instrucción y Movilización (Cimov-2) del Cuartel de Camposoto que fue ingresado el pasado domingo en el Hospital de San Carlos afectado de una meningitis bacteriana continúa en estado «muy grave» y está siendo atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos, según informaron ayer fuentes del Ministerio de Defensa.

El joven, de 20 años y natural de Zaragoza, fue trasladado al centro hospitalario cuando, al volver al acuartelamiento tras el permiso de fin de semana, se sintió mal y perdió el conocimiento. Inmediatamente pasó a la UCI dada la gravedad de su situación.

El miércoles por la noche ingresó en San Carlos un compañero de la misma unidad, J. P. M., de 18 años y origen colombiano, con síntomas de desmayos y vómitos. Falleció en la mañana del jueves.

Ante estos dos casos, Defensa puso en marcha un protocolo de actuación consistente en una serie de actuaciones preventivas. La primera de estas medidas fue la dispensación de vacunas y antibióticos a todo el personal militar y civil del Cimov-2, unas 700 personas, para evitar la aparición de nuevos casos de meningitis.

Prevención

Hasta ayer no se distribuyó la medicación al resto de la plantilla del acuartelamiento. Según señalaron fuentes del Ejército de Tierra, los médicos epidemiólogos que se han hecho cargo de la situación repartieron ayer antibióticos a la tropa y los mandos del Regimiento de Artillería de Costa número 4, la Unidad de Servicio de Acuartelamiento y la Unidad de Transporte. En total, son unas 1.200 las personas destinadas en estos momentos en el cuartel, y todas ellas han recibido la medicación.

Aunque estas unidades se sitúan en edificios independientes, los reclutas y los mandos comparten espacios a diario con el personal del Centro de Instrucción y Movilización, donde han aparecido los dos casos de meningitis. Una de estas estancias es el comedor, al que acude toda la plantilla del cuartel. «Por este motivo, se consideró razonable y aconsejable que todo el mundo se pusiera el tratamiento», apuntaron las mismas fuentes.

Los facultativos trataron de calmar los ánimos del personal explicándoles los efectos del tratamiento para romper el clima de preocupación que reina estos días en las instalaciones militares, pero les recomendaron que eviten en lo posible las zonas comunes durante al menos una semana.

De momento, no han surgido nuevos casos de infectados por la bacteria y no se han suspendidos las salidas del personal por permisos y fines de semana.