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Un puerto acotado y blindado

LA VOZ acompaña a la edil de Policía Local en las primeras horas del cierre de la Ribera Silbidos y abucheos por la polémica decisión

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Se juegan mucho. Un trabajo de meses que en tan solo tres días, tendrá que funcionar a la perfección. La concejal de Policía Local del Ayuntamiento de El Puerto, María Jesús Sánchez, y el Intendente, Rafael Muñoz, comparten con LA VOZ las primeras horas del plan de tráfico que se ha diseñado este año con motivo de la Motorada. El dispositivo contempla el polémico cierre a la circulación de motos en toda la zona de la Bajamar y la Ribera del Marisco. Una sentencia contraria al Ayuntamiento por «permitir» el evento, llevó a la Junta Local de Seguridad a aprobar este nuevo sistema que se ponía en marcha ayer mismo.

«Éste es un servicio de 24 horas», comenta la concejal. Son las cuatro de la tarde y aún la cosa está tranquila. Pero, nadie sabe cómo se seguirá desarrollando. Yo prefiero estar aquí, hablar con los agentes y verlo todo porque así me siento más tranquila». La edil es consciente de la importancia que tiene cualquier decisión que tome.

En el trayecto hacia el parque Calderón, durante el recorrido a lo largo de la ribera, hay de todo. Algunos moteros se acercan al Intendente, que es reconocido por su uniforme, y discrepan con él sobre las medidas tomadas. «Hay que escucharles pero también tienen que entender que nosotros estamos haciendo nuestro trabajo», explica Muñoz justo cuando pasaba por una terraza de la que salieron silbidos y abucheos.

El cierre empieza a tomar forma. El acceso por Pozos Dulces es el punto más «complicado». Allí, agentes locales avisan a los moteros que vienen que no pueden pasar. Tienen que dejar sus máquinas en el aparcamiento dispuesto. «Al que le gustan las motos deja la suya aquí y se va tranquilo a comer. Otra cosa es que busque jaleo», explica Javier, uno de los agentes.

Órdenes por radio

Durante el recorrido con el Intendente, las paradas con los moteros y los ciudadanos son constantes. «¿Dónde puedo encontrar gasolina?», pregunta un extranjero al Policía. «Estamos aquí para todo», bromea Muñoz.

La tarde discurre con cierta normalidad. Por radio llegan los avisos sobre algunos motoristas que no respetan las normas. Algunos puntos se van reforzando a medida que pasa la tarde con los efectivos nacionales. En Valdelagrana, el Intendente comprueba que el acceso al paseo marítimo también está sellado. «Quedan muchas horas. Esperemos que todo salga bien», explica la concejal.