crisis por el nuevo contrato de trabajo para jóvenes

Los estudiantes no negocian con Villepin porque sólo suaviza y no retira el CPE

Cuatro de las seis asociaciones de estudiantes sólo acudieron a su residencia para entregarle una carta con la petición de retirada del CPE

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El primer ministro francés, Dominique de Villepin, ha propuesto hoy suavizar los puntos más atacados de su contrato de trabajo en una reunión con los sindicatos de estudiantes a la que no acudieron las asociaciones opuestas a ese nuevo dispositivo laboral, que exigen su retirada para comenzar a negociar.

Villepin afirmó, al término del encuentro boicoteado por cuatro de las seis grandes organizaciones de estudiantes, que quiere "responder a las dos grandes preocupaciones de los jóvenes sobre el Contrato de Primer Empleo (CPE)": los dos años de periodo de prueba y la ausencia de justificación por la empresa para despedir al menor de 26 años que esté bajo este nuevo régimen laboral.

"En caso de ruptura del contrato por parte de la empresa, si el joven opta por una formación, el Estado le garantizará un subsidio durante tres meses", fue su primer propuesta. El jefe del Gobierno conservador ofreció "la garantía de que el CPE no sustituirá" a los contratos indefinidos, sino a los temporales y dijo que las asociaciones de estudiantes participarán en la evaluación del dispositivo, cuando hasta ahora sólo se contemplaba la implicación de los sindicatos de trabajadores.

También anunció que las becas de los estudiantes se prolongarán más allá de la obtención de los diplomas, y hasta que los jóvenes encuentren su primer empleo, un dispositivo que se aplicará desde este verano para que se puedan beneficiar los estudiantes al terminar el actual curso escolar. Villepin sólo había conseguido que participaran en su convocatoria dos organizaciones estudiantiles: la Federación de asociaciones generales de estudiantes (FAGE), y la Unión nacional inter-universitaria (UNI), ideológicamente de derechas.

Otras cuatro asociaciones de estudiantes que se oponen al CPE, sólo acudieron a la residencia del primer ministro para entregarle una carta, que leyeron a la prensa, en la que le recuerdan que la retirada de su reforma laboral, que él no quiso negociar ni con sindicatos ni con las asociaciones de jóvenes, es la condición previa para iniciar discusiones.

La presidenta de la Confederación de Estudiantes, Julie Coudry, se quejó de que la actitud de Villepin de querer discutir tomando como base el CPE es "grave" y "una tomadura de pelo" porque "en la situación en la que está hoy el país (...) alimenta las tensiones sociales. Es escandaloso. Es una provocación".

Villepin, consciente de haber sufrido una erosión de popularidad por su actitud inflexible sobre el CPE, invitó a una nueva reunión a los sindicatos de estudiantes la semana próxima "para progresar" sobre sus propuestas, mientras que las cuatro asociaciones opuestas al CPE lanzaron un llamamiento a jóvenes y mayores para que participen en la jornada de huelga convocada para el próximo martes.

Sarkozy insiste en desmarcarse de la postura de Villepin

El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, insistió en su postura de desmarcarse de la postura del primer ministro sin abandonarlo, al pedir a los opositores al CPE que imaginen "un compromiso", porque eso es "valiente y útil para Francia".

"El primer ministro, al que quiero manifestar mi apoyo, está dispuesto a abrir discusiones sin condiciones previas. Invito a todos los protagonistas a aprovechar esta mano tendida porque nadie, e insisto, nadie saldrá ganando de la falta de discusiones y compromiso".

El titular de Interior, que se prefigura como rival de Villepin de cara a las elecciones presidenciales del año próximo, criticó implícitamente el CPE, dirigido únicamente a los menores de 26 años y que establece un periodo de prueba de dos años durante los cuales un empresario puede despedir sin dar justificaciones.

La situación "no se desbloqueará con políticas segmentadas y orientadas a una u otra categoría de franceses que se creen por eso estigmatizados y en consecuencia se defienden".

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, que ayer acudió a una reunión con Villepin junto a los responsables de los otros cuatro grandes sindicatos franceses, reprochó al Gobierno estar intentando "ganar tiempo" a la vista de que la crisis "degenera" con la esperanza de desviar la atención del CPE, que es el que ha generado la protesta. Aludía así al aumento de la violencia en las manifestaciones de estudiantes del pasado jueves.