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ESPAÑA

Los miembros del IRA hoy: políticos, mafia o paro

El terrorismo norirlandés ha sido sostenido en gran medida por el subsidio de desempleo de la Seguridad Social británica

TEXTO: ÍÑIGO GURRUCHAGA / FOTO: AP / CORRESPONSAL. LONDRES
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HACE unas semanas, un grupo de amigos se fue a cenar a uno de sus restaurantes preferidos en Belfast y encontró a la propietaria, de nacionalidad china, enrabietada con la evolución de la política local. «La UDA ya no sirve para nada», dijo la mujer. «Antes pagar y no problema. Ahora, pagar y puerta quemada». Efectivamente, alguien había lanzado un cóctel incendiario contra la puerta del restaurante de comida china, a pesar de que la dueña pagaba al grupo terrorista lealista, como tantas otras personas con un establecimiento con puertas al público, el importe de la extorsión exigida para su 'protección'.

El IRA estaba en quiebra financiera en el momento de declarar su primer cese el fuego, en 1994. No era algo nuevo en la organización terrorista, siempre necesitada de más fondos para financiar la compra de armas y el coste de operaciones. El IRA tenía deudas y el principal acreedor era su multimillonario jefe de Estado Mayor.

La granja de Tom 'Tronco' Murphy tiene un pie en Irlanda del Norte y otro en la República. Está en el condado de Armagh y desde la distancia se pueden ver varios hangares construidos sobre su terreno. Son depósitos de materias de contrabando y construcciones que ocultan el movimiento de camiones.

Frontera

Esa frontera ha sido un lugar tradicional de contrabando y Murphy es el empresario ilícito más rico en la comarca. Parte de los ingresos del contrabando va a su bolsillo y a los de sus colaboradores y otra parte ha ido a las finanzas del IRA, que cuando estaban en números rojos recibían un préstamo del propio Murphy.

Entre 250 y 400 militantes formaban en el año 1994 el núcleo operativo del IRA, según estimaciones de los servicios de inteligencia. Otros tantos formarían parte de los círculos concéntricos de colaboración. La mayoría de esos miembros no eran profesionales del IRA, sino que tenía sus propios empleos.

O desempleos. En una economía castigada gravemente por la crisis industrial de los años setenta, el desempleo ha sido muy alto en los bastiones proletarios donde se asientan las organizaciones terroristas. Una paradoja del terrorismo norirlandés es que ha sido financiado por la Seguridad Social británica.

Ex prisioneros

Según datos publicados por Coíste, una asociación de ex prisioneros del IRA, más del 40% de los miembros del IRA que han pasado por las cárceles se encuentra en este momento en el paro. En el oeste de Belfast se estima que una de cada cuatro personas ha pasado por la cárcel por asociación con el IRA.

Ex miembros del IRA han creado, a través de Coíste y con la ayuda de fondos europeos, nuevas empresas. Algunas son ONG, dedicadas a tareas de asistencia a ex presos o de promoción de la reconciliación. Otras, a actividades culturales. Han creado incluso una agencia de viajes por las zonas históricas del conflicto.

Según los servicios británicos de inteligencia, el cuadro de actividades de los miembros del IRA -que no se ha disuelto- es variado. Algunos han creado mafias de extorsión, robo o tráfico de drogas. Otros se han apartado gradualmente de la organización y viven vidas normales, en sus viejos oficios o en el desempleo.

Algunos se han incorporado a la política, como miembros de la creciente estructura de Sinn Fein, más rico que la rama militar como consecuencia de las subvenciones del Estado y de los fondos procedentes de millonarios irlandeses de Estados Unidos, que se preocuparon de que no derivaran hacia las arcas del IRA.

Negocios

Otros se han convertido en hombres de negocios. Pero lo cierto es que aquí existe una gran dificultad para saber si negocios con gran liquidez -restaurantes, pubs o taxis- son propiedad del IRA, que los utiliza para blanquear su dinero, o de miembros del grupo que se han establecido por su cuenta y colaboran con las finanzas de la organización.

La Agencia para la Recuperación de Fondos Procedentes del Delito ha iniciado investigaciones sobre Tom Murphy. En Manchester se analiza la trama de una inversión inmobiliaria cuyo valor podría rondar los 50 millones de euros y sobre cuya propiedad -¿son de Murphy o son del IRA?- hay dudas. Conor Murphy, diputado de Sinn Fein por Armagh, explicaba hace poco a periodistas extranjeros que, cuando su partido respalde finalmente a la policía regional, perseguirá a quienes cometan delitos, independientemente de su pasado como miembros del IRA, pues el grupo ha cesado en todas sus actividades.

Pero el logro de fondos ha sido una preocupación recurrente del IRA durante el proceso de paz. Tres meses después de declarar su primer cese el fuego, en 1994, un comando robó una oficina de correos en Newry -mató al cartero Frank Kerr- en una operación que, según Gerry Adams, no fue autorizada por el alto mando de la organización.

En diciembre del año 2005, siete meses antes de anunciar el fin definitivo de sus actividades, miembros del IRA, según la policía de Irlanda del Norte, robaron un banco en Belfast. ¿Era una operación del Consejo Militar o de una estructura local buscando la seguridad de sus pensiones? Aún no se sabe.