Rajoy impone en el PP una línea moderada de aproximación al Gobierno
El Partido Popular aprecia un cambio «drástico» en el presidente Zapatero y no descarta un nuevo consenso antiterrorista con el Ejecutivo socialista
Actualizado: GuardarEl líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha impuesto en su partido un discurso moderado de aproximación al Gobierno frente a quienes defendían posiciones más intransigentes. Desde que se conoció la noticia del alto el fuego de ETA, el miércoles por la mañana, los populares se han ido deslizando desde el escepticismo y la crítica al Ejecutivo hacia posiciones más optimistas y cercanas al presidente del Gobierno, en el que aprecian un cambio «radical» que les permite abrigar esperanzas de reeditar el consenso antiterrorista.
Rajoy ha impuesto su autoridad en el PP y marcado las pautas a sus dirigentes para que no se salgan del guión por él mismo establecido en la intervención que tuvo en el Congreso de los Diputados el miércoles. A diferencia de lo que había hecho aquella misma mañana, el líder de la oposición puso especial énfasis en su oferta de diálogo y apoyo al Gobierno para dejar en un segundo lugar sus consideraciones escépticas sobre el significado del comunicado de ETA.
Recuperar el consenso
Ayer insistió en su voluntad de recuperar el consenso con José Luis Rodríguez Zapatero para «acabar» con el terrorismo hasta el punto de que expresó su deseo de que, en su encuentro del próximo martes, le plantee «cosas razonables» para poder «así darle mi apoyo». Pero a estas buenas intenciones acompañó siempre las condiciones que va a exigirle si quiere contar con el PP en un hipotético proceso de paz. «Yo apoyaré al Gobierno como siempre he dicho que lo iba a apoyar», repitió en declaraciones a la Cope, donde recordó que los votos de su partido serán para que el Gobierno no pague un precio político a la banda, apoye a las víctimas y «para que el Estado de Derecho siga funcionando, porque el Estado no está en tregua».
También dejó claro que la actitud positiva de su partido con el Ejecutivo en las actuales circunstancias no impedirá que siga ejerciendo el control y la oposición. Así, censuró el comportamiento del fiscal general del Estado y el Grupo Popular en el Congreso solicitó su comparecencia para que explique por qué defendió un cambio de actitud de los fiscales tras el anuncio de alto el fuego de ETA.
Con los mismos planteamientos que siempre ha defendido y dentro de los requisitos establecidos desde el primer momento, Rajoy explicó que tiende la mano al Gobierno por considerar que responde así al «sentir de una inmensa mayoría de españoles». Éste fue el argumento definitivo que convenció a la cúpula popular de que debe olvidar el escepticismo y contemplar con una cierta esperanza las posibilidades que abre la nueva situación.
Las instrucciones que recibieron los dirigentes del PP el miércoles por la tarde iban en esa dirección y todos se ajustaron al guión establecido por el discurso del líder, sin perderse en otras elucubraciones. Jaime Mayor Oreja, no obstante, insistió ayer por la mañana en relacionar el comunicado de ETA con la aprobación del Estatuto de Cataluña, pero el secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, discrepó. «No es buena cosa tratar de interpretar el razonamiento irracional y fuera de toda lógica de ETA», dijo en declaraciones a la Ser.
También Rajoy intentó -sin mucho éxito- no abundar en la misma línea cuando fue interpelado por las conexiones entre la aprobación del nuevo Estatuto catalán y el alto el fuego. Como también hizo Zaplana, se esforzó por mantenerse en la constatación de «hechos objetivos» sin entrar en más consideraciones. Pero resultaba obvio que ambos dirigentes se sentían incómodos con este discurso y preferían regresar en todo momento a su oferta de diálogo con el Gobierno.
Dirigentes reacios
Hasta los dirigentes más reacios a aceptar el miércoles que el comunicado de ETA abría un nuevo camino por explorar, admitían ayer que el PP debe tender la mano al Gobierno y buscar la recuperación del consenso antiterrorista. Los populares apreciaron un cambio «drástico» y «radical» en la actitud de Rodríguez Zapatero, que identificaron con la que mantuvo en el año 2000 cuando propuso el Pacto Antiterrorista.
El propio Rajoy constató este cambio de Zapatero y recordó que el presidente del Gobierno dijo anteayer en el Congreso «todo lo contrario» de lo que había mantenido en ocasiones anteriores cuando declaró que no confiaba en el líder de la oposición. «Supongo que querrá pactar con nosotros», dedujo el presidente del PP, quien el lunes se reunirá en Madrid con los principales dirigentes del partido en el País Vasco. María San Gil, Ramón Rabanera, Antonio Basagoiti, Alfonso Alonso y María José Usandizaga se citarán con Rajoy horas antes de la reunión del comité ejecutivo del PP.