El Atlético-Sevilla, reanudado tras la violencia, acaba con triunfo blanco
El masivo lanzamiento de objetos, incluida una botella de whisky, obligó a Ayza Gámez a suspender el partido en el 78' Luego dio orden de volver y los locales acabaron con ocho
Actualizado: GuardarOtro escándalo en el fútbol español. La violencia en el Calderón suspendió durante más de media hora el Atlético-Sevilla, pero esta vez no ocurrió como en el Valencia-Deportivo de Copa de hace dos meses, sino que el partido se reanudó tras una polémica decisión del árbitro. El masivo lanzamiento de objetos al césped, incluida una botella de whisky, obligó a Ayza Gámez, inmediatamente después de que el Sevilla marcase el 0-1, a decretar la suspensión de un encuentro que acabó de manera vergonzosa. Mientras el árbitro recogía la botella de cristal para entregársela al delegado, Palop era alcanzado en la cabeza por otro objeto lanzado desde la grada del Frente Atlético, aunque los radicales rojiblancos no fueron en esta ocasión los únicos que provocaron los gravísimos incidentes de público. Después de que el árbitro y los jugadores se fuesen a los vestuarios escoltados por la policía, el colegiado dio la orden de regresar al campo con sólo medio aforo.
Más de 10.000 aficionados se marcharon del Calderón cuando se decidió la suspensión, porque no esperaban que 30 minutos después Ayza Gámez iba a reanudarlo, con los ánimos aún más caldeados. Al no haber fechas disponibles con el Sevilla en la Copa de la UEFA, el árbitro pensó que la solución menos mala sería volver a jugar. Igual que acertó en suspenderlo, se equivocó al reanudarlo. Así, también fueron expulsados Petrov y Perea y el Atlético acabó el choque desquiciado y con ocho futbolistas. Los energúmenos estallaron cuando Puerta marcó el 0-1 y el árbitro, que en principio no lo concedió por si estaba en fuera de juego, lo dio por válido tras consultar con su línea. Puerta estaba en posición correcta y el gol era legal. Pero los forofos tienen muy mal perder, y ahora el Atlético lo pagará caro, aunque será bienvenido si sirve de una vez por todas para acabar con esta lacra.
Todo fue muy triste, y los dos penaltis parados por Leo Franco no fueron al final noticia en un partido en el que el Atlético fue de más a menos, porque salió sin miramientos a por la victoria y después creyó verse perjudicado. Después de que Del Moral tuviese dos claras ocasiones de gol, en la primera llegada del Sevilla el colegiado pitó un discutible penalti de Luccin sobre Saviola y Leo Franco hizo entonces justicia. El conjunto blanco tuvo su segunda oportunidad merced a la jugada tonta de la noche. Le tocó entonces decidir a Saviola, que al igual que Kanouté tiró el penalti a la derecha del portero, y Leo Franco enloqueció al Calderón.
Dureza
Pese a los penaltis, el Atlético no estaba mal, pero fue a peor tras el descanso. A base de fuerza y coraje, volvió a meterse en el partido, aunque a veces con demasiada dureza. Cuando los rojiblancos habían reaccionado y podían haberse aprovechado de los espacios, llegó la segunda amarilla a Luccin, quedándose así con uno menos y tarde o temprano tenía que llegar el gol del Sevilla. Después, la vergüerza y la suspensión en el minuto 76, y tras el suspense, otros minutos de castigo. MÁS INFORMACIÓN EN www.lavozdigital.es