Los partidos agotan el plazo de enmiendas al Estatuto sin alcanzar acuerdos comunes
PSOE y PP, distanciados por la posibilidad de incluir el término 'nacional' en el preámbulo, protagonizaron ayer una reunión bilateral que resultó estéril El PA revisará la próxima semana su estrategia y no descarta dejar la ponencia
Actualizado: GuardarNi a cuatro, ni a dos. Los representantes parlamentarios de PSOE y PP intentaron ayer sin éxito alcanzar un acuerdo bilateral que permitiese reducir el número de enmiendas a la proposición de Ley sobre la reforma del Estatuto de Andalucía. Ocurrió lo mismo que en la cita del lunes, con IU y PA en la mesa: imposibilidad temporal de llegar a acuerdos concretos.
Socialistas y populares, sin embargo, afrontan con optimismo el nuevo periodo que se abrirá tras conocer hoy, de forma definitiva, el número y el calado de los reparos que los grupos presentarán al nuevo articulado andaluz y que, según los primeros cálculos, superarán el medio millar.
La clave, una jornada más, giró en torno a la definición de Andalucía, tanto en el preámbulo como en el artículo 1. Manuel Gracia, portavoz del PSOE, reseñó que su grupo se planteaba aceptar una de las propuestas lanzadas por el ex ministro de la UCD Manuel Clavero, para adoptar -al menos en el preámbulo- la siguiente fórmula: «El artículo 2 de la Constitución reconoce la realidad nacional de Andalucía como nacionalidad».
Discrepancias
Este cambio de postura despertó las iras de populares y andalucistas, aunque por motivos opuestos. Antonio Sanz, portavoz del PP, calificó este movimiento de gravísimo error y dijo que no concibe los motivos por los que el PSOE va a crear, a su juicio, un problema donde no existe. «Primero, porque esta cuestión ya la pactó con nosotros y, segundo, porque la mayoría del pueblo andaluz sólo entiende una realidad nacional, y esa es la de España», acotó Sanz.
Julián Álvarez, líder del PA, se quejó por el motivo opuesto. Entiende que Andalucía debe aparecer como nación en el preámbulo del nuevo texto, para así no ser agraviada respecto al Estatut. El debate donde Gracia anunció esta modificación fue impulsado por una proposición no de ley del PA en la que defendió los motivos por los que Andalucía debe ser una nación. Así, Álvarez apeló a un andalucismo táctico para equiparar las definiciones en los estatutos de Cataluña y Andalucía.
Tanto ha enfadado a los andalucistas la postura del PSOE, que la próxima semana convocarán una reunión extraordinaria de su ejecutiva nacional para revisar su estrategia y donde no descartan, incluso, salirse de forma definitiva del debate, para no contribuir a lo que definen como una discriminación para Andalucía.
El popular Antonio Sanz, por su parte, lamentó también que se haya perdido la posibilidad de pactar varios votos particulares y evitar, de este modo, que hoy se conviertan en enmiendas. Reconoció que su formación variará el contenido de los 181 reparos ya presentados y que, incluso, podría disminuir la cuantía de los mismos. El parlamentario también insistió en que algunos -sin especificar- quieren primar un pacto excluyente entre PSOE e IU, antes que el convenio a cuatro.
Reacciones
El coordinador regional de IU, Diego Valderas, así como los parlamentarios Concha Caballero y Antonio Romero, incidieron por su parte en que la mayor parte de las autonomías -incluida Madrid, gobernada por el PP- tienen recogido en su Estatuto la concepción de nacionalidad histórica, sin añadir ninguna justificación a la unidad de España, tal y como reclama el PP.
Por su parte, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, aseguró en Almería que «nosotros no vamos a apoyar ni a votar la denominación de nación en el texto del Estatuto ni tampoco en el preámbulo» y añadió que en el PSOE ya «hemos movido ficha» y que «hemos dado un paso adelante con la fórmula que hemos propuesto, que se inspira en la propuesta de Clavero».