Antonio Cañizares LloveraS

El arzobispo de Toledo, nombrado cardenal por Benedicto XVI

El Papa ha entregado el capelo cardenalicio a quince nuevos purpurados, los primeros de su pontificado

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Benedicto XVI ha celebrado hoy el primer consistorio de su Pontificado, en el que ha entregado el capelo cardenalicio a quince nuevos purpurados, entre ellos los arzobispos de Toledo (España) y Caracas y el obispo de Hong Kong, Zen Ze-kiun, muy crítico con Pekín por su política religiosa.

También ha impuesto el capelo -uno de los dos signos del cardenalato (el otro es el anillo)- al arzobispo de Cracovia (Polonia), Stanislaw Dziwisz, que fue el secretario de Juan Pablo II en sus casi 27 años de papado.

El primer consistorio del pontificado de Ratzinger se ha celebrado en la plaza de San Pedro -la cuarta vez en la historia de los consistorios que se desarrolla en ese lugar- para poder acoger a los casi 20.000 fieles presentes, entre ellos medio millar de españoles.

En la ceremonia han participado 150 cardenales de todo el mundo, que han sido convocados por el Papa a Roma y con los que se reunió ayer para analizar la situación de la Iglesia y los retos que debe afrontar en esta época, entre ellos la búsqueda de una solución al cisma causado por el fallecido arzobispo tradicionalista Lefebvre y las relaciones con el Islam.

Aunque el consistorio se ha celebrado durante la cuaresma, el Papa ha dicho que hoy era una jornada de fiesta para la Iglesia y ha destacado que los nuevos cardenales provienen de los cinco continentes, lo que resalta la "universalidad de la Iglesia".

El Papa les ha recordado que el color rojo púrpura que desde hoy visten evoca la sangre de los mártires por el Evangelio y que ellos deben estar dispuestos incluso hasta pagar con la sangre -es decir, morir- el compromiso de testimoniar a Cristo. "Cuento con vosotros", ha repetido en varias ocasiones el Papa a los nuevos cardenales.

Y cuenta con ellos para que anuncien por el mundo que Dios es amor, para que hagan más seguro y allanen el camino hacia la plena unidad de los cristianos, para que valoren a los pobres y humildes "y para que la Iglesia ofrezca al mundo de manera incisiva el anuncio y el desafío de la civilización del amor".

Benedicto XVI ha subrayado que el Colegio Cardenalicio es una "especie de Senado" que está llamado a cooperar de manera estrecha con el Papa.

En nombre de los 15 cardenales le ha respondido el estadounidense William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), que le ha expresado: "nuestra devota fidelidad, sin límites".

Tras la homilía, el Papa ha procedido a la imposición del capelo, la entrega de la Bula de creación y la asignación de una iglesia romana, que se simboliza el compromiso que adquieren de ayudar al Pontífice. Mañana, en una misa solemne, el Papa les entregará el anillo, el otro signo del cardenalato.

Los nombramientos resaltan que Benedicto XVI ha dado mayor espacio en el Colegio Cardenalicio a los arzobispos que a los miembros de la Curia y que ha potenciado el continente asiático, de donde provienen tres de los purpurados menores de 80 años (el obispo de Hong Kong y los arzobispos de Manila y Seúl). Sólo tres provienen de la Curiales (Levada, Rodé y Vallini).

A partir de hoy el Colegio Cardenalicio está compuesto por 193 miembros, de 66 países, de ellos 120 electores, al ser menores de 80 años.

También ha impuesto el capelo -uno de los dos signos del cardenalato (el otro es el anillo)- al arzobispo de Cracovia (Polonia), Stanislaw Dziwisz, que fue el secretario de Juan Pablo II en sus casi 27 años de papado.

El primer consistorio del pontificado de Ratzinger se ha celebrado en la plaza de San Pedro -la cuarta vez en la historia de los consistorios que se desarrolla en ese lugar- para poder acoger a los casi 20.000 fieles presentes, entre ellos medio millar de españoles.

En la ceremonia han participado 150 cardenales de todo el mundo, que han sido convocados por el Papa a Roma y con los que se reunió ayer para analizar la situación de la Iglesia y los retos que debe afrontar en esta época, entre ellos la búsqueda de una solución al cisma causado por el fallecido arzobispo tradicionalista Lefebvre y las relaciones con el Islam.

Aunque el consistorio se ha celebrado durante la cuaresma, el Papa ha dicho que hoy era una jornada de fiesta para la Iglesia y ha destacado que los nuevos cardenales provienen de los cinco continentes, lo que resalta la "universalidad de la Iglesia".

El Papa les ha recordado que el color rojo púrpura que desde hoy visten evoca la sangre de los mártires por el Evangelio y que ellos deben estar dispuestos incluso hasta pagar con la sangre -es decir, morir- el compromiso de testimoniar a Cristo. "Cuento con vosotros", ha repetido en varias ocasiones el Papa a los nuevos cardenales.

Y cuenta con ellos para que anuncien por el mundo que Dios es amor, para que hagan más seguro y allanen el camino hacia la plena unidad de los cristianos, para que valoren a los pobres y humildes "y para que la Iglesia ofrezca al mundo de manera incisiva el anuncio y el desafío de la civilización del amor".

Benedicto XVI ha subrayado que el Colegio Cardenalicio es una "especie de Senado" que está llamado a cooperar de manera estrecha con el Papa.

En nombre de los 15 cardenales le ha respondido el estadounidense William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), que le ha expresado: "nuestra devota fidelidad, sin límites".

Tras la homilía, el Papa ha procedido a la imposición del capelo, la entrega de la Bula de creación y la asignación de una iglesia romana, que se simboliza el compromiso que adquieren de ayudar al Pontífice. Mañana, en una misa solemne, el Papa les entregará el anillo, el otro signo del cardenalato.

Los nombramientos resaltan que Benedicto XVI ha dado mayor espacio en el Colegio Cardenalicio a los arzobispos que a los miembros de la Curia y que ha potenciado el continente asiático, de donde provienen tres de los purpurados menores de 80 años (el obispo de Hong Kong y los arzobispos de Manila y Seúl). Sólo tres provienen de la Curiales (Levada, Rodé y Vallini).