Un informe de la Guardia Civil califica como «intolerables» los ruidos de la 'Motorada'
El Seprona emitió un dictamen «negativo» sobre la movida motera en el centro de El Puerto Las mediciones acústicas se realizaron en 2005 en el interior de una de las viviendas afectadas
Actualizado:«Dictamen negativo». De esta forma tan tajante concluye un informe que elaboró el equipo de investigación del Seprona sobre los ruidos de la concentración motera en El Puerto el pasado año. Los resultados se obtuvieron después de que el servicio especial que la Guardia Civil tiene destinado a la protección del Medio Ambiente, realizara una serie de mediciones en un domicilio de la Bajamar portuense, durante el Campeonato de Motociclismo del pasado año, los días 8, 9 y 10 de abril.
Según los niveles de ruido que captaron los sonómetros utilizados, el informe calificó la situación como «intolerable» ya que dichas cotas superaban «en exceso» los parámetros permitidos.
El informe, al que ha tenido acceso LA VOZ, hace referencia a la normativa vigente. De acuerdo al Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica de Andalucía, el nivel autorizado, en el interior de las viviendas afectadas sería de 30 decibelios para la noche. Aún así, la normativa también tiene en cuenta los ruidos de fondo, por lo que estas cotas se fijan en 42 decibelios. Pues bien, según arrojaron los dispositivos del Seprona, en la zona de la Bajamar se llegó durante la noche a una media de 67, 9 dBA. «Se desprende claramente que los niveles de ruido en el interior de las viviendas afectadas superan ampliamente los máximos permitidos», valoró el informe de los técnicos.
Suspensión
Por todo lo expuesto, el dictamen fue «negativo». De hecho, el Seprona dio potestad a las administraciones para «suspender» la Motorada «en tanto se instalen y comprueben las medidas correctoras fijadas para evitar un nivel sonoro que exceda del permitido». Unas medidas que, hasta la divulgación de la última sentencia del Tribunal Superior de Andalucía no se han tenido en cuenta.
Estas mediciones se realizaron a resultas de la denuncia de un vecino de la Ribera del Río. Con fecha del 5 de abril de 2005, la juez del Juzgado número dos de El Puerto ordenaba la elaboración de un informe acústico al Seprona. Para la elaboración de los niveles sonoros se hizo una primera medición los días 8 y 9 de abril, cuando la concentración de moteros era máxima. La segunda valoración se realizó una semana después con el objeto de analizar el ruido que existía sin la presencia de las motos y hacer así una comparativa real. En ambos períodos, las mediciones se hicieron durante la noche y con idénticas condiciones de medida (situación, período, horario, etc). Pero, además, en el año 2001, la Consejería de Medio Ambiente también había llegado a la misma conclusión tras realizar sendos informes en Ribera del Marisco y Ribera del Río. Volvía a calificar la contaminación acústica existente de «intolerable». En esta ocasión, se llegaban a superar los 70 decibelios en un 4% de las mediciones que efectuaron los técnicos especializados.