No al 'macrobotellón'!
Actualizado: GuardarNos hemos visto sorprendidos, durante la pasada semana, por las multitudinarias convocatorias, vía SMS que invitaban a los jóvenes de toda España para asistir a concentraciones con el único fin de batir un récord de macrobotellones.
El que aparezcan estas consignas anónimas no tendría mayor consecuencia si no fueran secundadas, pero desgraciadamente éste no es el caso. A lo largo del pasado fin de semana, en numerosas ciudades se produjeron estas lamentables concentraciones y nos han dejado una deplorable galería de imágenes donde se podía observar a muchos que, como gracia, empinaban a pelo botellas de whisky, ginebra o cualquier clase de licor. Hemos podido observar también los artilugios inventados para este consumo descontrolado: embudos directamente de boca en boca o enchufados a una manguera para ingerir ingentes cantidades de alcohol consiguiendo así el pato en el menor tiempo posible, auténticamente deplorable.
Pero si esto ya de por si nos debe alarmar, es mucho peor, bajo mi punto de vista, la desigual respuesta que han tenido estos hechos por parte de las autoridades. Mientras en muchos lugares se ha intentado reprimir esta insensatez, en otras ciudades se ha permitido e incluso favorecido su celebración. Pero, ¿en que país vivimos? ¿A dónde quieren llevar a nuestros jóvenes? Facilitar de esa manera el consumo masivo de alcohol es una de las medidas más nefastas que se puedan dar. Consentir esas descontroladas y masivas concentraciones, no puede tener buenas consecuencias nunca. Parece que se tiene miedo a afrontar y a oponerse a esta sinrazón, porque el hacerlo, puede parecer antiprogresista. ¿Siempre se está pensando electoralmente? Una cosa es libertad y otra un libertinaje tan nocivo para la salud. La autoridad se otorga en las urnas para defender a la ciudadanía de comportamientos tan anómalos como estos y no hay que dudar ni un momento en reprimirlos. No se debe ser flexible ante este tipo de comportamiento y esperemos que impere la razón, hay que seguir por la senda de la lógica y no permitir estas acciones. Al final todos saldremos beneficiados.
Por último, da pena comprobar como mientras en nuestro país la juventud sólo se han preocupado en estos días por batir este abominable récord, los jóvenes franceses se han manifestado masivamente para impedir que salga adelante un proyecto de Ley que favorece los contratos basura para el primer empleo en el país vecino, buena lección.