Ronaldo aprovecha un fallo de César para dar el empate al Real Madrid
El brasileño salvó a su equipo de una situación crítica en el minuto 92 Los blancos no tuvieron fútbol en la Romareda y mostraron un juego pobre
Actualizado:Estaba llamado a acudir al rescate del Real Madrid, y aunque lo hizo demasiado tarde, cumplió de nuevo cuando más se le necesitaba después de tanto tiempo de sequía. Cuando el Zaragoza ya acariciaba la victoria, en la prolongación César cometió un error en el despeje y ahí apareció Ronaldo para salvar un punto importantísimo, porque con la derrota el Madrid incluso habría complicado mucho su futuro hacia una Champions obligada. El Madrid tampoco tuvo fútbol en La Romareda y fue un equipo pobre en juego, algo que ya no es noticia, pero al menos, y aunque fuese en el minuto 92, sí tuvo a Ronaldo para romper la nulidad goleadora del equipo los tres últimos partidos. El brasileño se encargó así de destrozar a un Zaragoza que se echó atrás para intentar fulminar a la contra tras el gol de Diego Milito. El argentino, autor de tres de los seis goles que provocaron el principio del fin de ciclo del Madrid, había hurgado ya en la herida blanca, con la colaboración de Ewerthon, pero fue Ronaldo quien in extremis le robó todo el protagonismo.
Sin el lesionado Guti, y con Zidane en el banquillo, el Madrid no tuvo salida ni autoridad y a Ronaldo, en quien más había que confiar, apenas le llegaron balones en el primer tiempo. Antes del decisivo, el mejor fue el que le puso Robinho en el minuto 23, tras un jugadón del joven brasileño, que desde su campo encaró y se fue de tres rivales con el balón controlado, aunque el goleador recibió después muy escorado y se estrelló con César. Al filo del descanso fue Casillas el salvador, por primera vez, del Madrid, ante Diego Milito, aunque el mayor desastre defensivo de los blancos estuvo en la banda izquierda, donde Roberto Carlos desapareció cuando le vino en gana y fue Sergio Ramos quien tuvo que multiplicarse frente a Ewerthon y Óscar. También fracasó el Madrid en el medio campo, porque López Caro, como hizo en su día Queiroz, colocó a Beckham de pivote junto a Gravesen y así perdió al mejor pasador desde la banda derecha para hacer sufrir al inglés, sin sitio, excesivamente acelerado, llegando más de una vez a destiempo.
Aunque ambos se tenían demasiado respeto tras el 6-1 y el 4-0 coperos, el Zaragoza dio la impresión de tener una velocidad más, y cuando apretó puso en aprietos al Madrid en una primera parte muy igualada en juego y ocasiones. En ambos aspectos no hubo brillantez, sino escasez, por la incapacidad blanca para crear fútbol y superar la presión local, y porque los locales, más peligrosos a la contra, estuvieron negados ante la portería.