Cádiz C.F.

Una intimidación eficaz; una aportación inútil

Ballesteros, uno de los centrales más duros de la Liga, 'marcó' su territorio y Oli se vio impotente ante la zaga balear

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Andaba buscando gol el Cádiz y Víctor Espárrago optó ayer por alinear en el once titular a Oli. Medina parecía tener la pólvora mojada en los últimos encuentros y el técnico charrúa decidió darle una nueva responsabilidad al delantero ovetense. Pero de donde no se tiene, no se puede sacar. Oli nunca ha sido un delantero goleador y ayer volvió a dejarlo claro. Ni un sólo remate a puerta en los cerca de setenta minutos que estuvo sobre el césped. Allí se encontró con Ballesteros, uno de los defensas más duros de la Liga, que se encargó de marcar su territorio desde el inicio y terminó consiguiendo su principal cometido, que no le marquen goles al Mallorca.

Muy pronto mostró sus credenciales el central valenciano. En el primer centro al área bermellona le ganó la posición al supermán amarillo, que perdió sus poderes y cayó en el área víctima de los codos de su rival. Insuficiente para pitar penalti, pero sí para intuir quién se llevaría este particular duelo al final del partido.

No contentó con repartir cera al nueve cadista, Ballesteros le dedicó dos carantoñas a un Lucas Lobos que intentaba llevar el peso de su equipo. Eso sí, de sacar la pelota jugada, nada de nada. A la media hora se arrancó en un alarde de osadía, pero cuando pasó del centro del campo se dio cuenta de que ése no era su espacio natural y perdió el esférico en una acción que le pudo costar caro a su equipo, si el Cádiz hubiera estado más listo en el contraataque.

Al igual que un despiste suyo al inicio de la segunda mitad, cuando peca de exceso de confianza en una cesión a Prats y los delanteros gaditanos no aprovechan la ocasión para hacer algún daño. Y es que ayer el mayor peligro mallorquín resultó su propio rendimiento. Oli perdió los balones aéreos ante el potencial de Nunes y Ballesteros, su aportación cayendo a banda tampoco resultó efectiva y terminó dejando su sitio a Morán. Una nueva oportunidad perdida.