Maridaje entre pintura y vino
Al finales de mayo abrirá sus puertas el museo pictórico de las bodegas Tradición de Jerez, con 260 metros cuadrados para los fondos de la colección Rivero
Actualizado: GuardarUna copa de solera a los pies de un goya o un velázquez: en Jerez se cuece a fuego lento uno de los más novedosos maridajes de la cultura actual. La fórmula, a punto de pasar a la mesa, consiste en fundir la cultura del vino con el arte de la pintura en un mismo recinto. A finales de mayo, una bodega en activo abrirá al público un museo que albergará exposiciones semestrales a base de obras de la prestigiosa colección Rivero de pintura española, que posee tesoros firmados por De Haes, Maeztu o Zurbarán.
La curiosa iniciativa supone la remodelación de la Bodegas Tradición en la calle Cordobeses para complementar la presencia de las botas de vino con muestras de cincuenta cuadros de los más de 300 que posee la familia del empresario jerezano Joaquín Rivero, fechados entre los siglos XIV y XIX.
El día en que los primeros visitantes prueben la sugerente mezcla está aún por determinar, en razón de la agenda del empresario. Sin embargo, la responsable de la colección, Helena Rivero, asegura que será entre el 28 y el 31 de mayo, coincidiendo con el Salón Internacional de los Vinos Nobles de Jerez. La primera de las muestras está pendiente de concretar, aunque Rivero asegura que «tratará la historia de la pintura española a través de un género. Será mediante el paisaje, o el retrato, desde el punto de vista didáctico. Nuestra intención es que siempre se aprenda algo», apunta.
En esta línea, los interesados vivirán una visita instructiva en varios planos, y se enriquecerán tanto desde el punto de vista enológico como desde el pictórico. El recorrido arranca en una de las entradas principales de la bodega, donde recibirán una explicación sobre la fabricación del vino y sus procesos artesanales. Una vez adquiridas las nociones básicas, seguirán su tránsito por las naves, donde conocerán las diferencias entre productos como el Pedro Ximénez, la solera o el brandy.
En ese momento, accederán a una de las naves de la bodega, de 260 metros cuadrados, que ha sido condicionada para albergar los cuadros. El proceso de obra no ha sido fácil. «Hemos tenido que acondicionar el espacio para equipararlo con las condiciones de cualquier museo», asegura el responsable de Relaciones Públicas de Bodegas Tradición, Daniel Martínez. «El primer paso fue llevar las botas a una bodega contigua que se adquirió», dice. Una vez trasladados los vinos, se procedió a la complicada tarea de crear un clima adecuado como para albergar las joyas de la pintura que colgarán de sus paredes.
«Necesitamos alcanzar una media de 22 grados de temperatura y 55 % de humedad», sostiene Martínez. Para conseguirlo, se ha tenido que sustituir el suelo de la nave, se ha reparado el techo y el suelo de albero. Además, cuando lleguen los cuadros, las condiciones de temperatura y humedad estarán custodiadas por seis equipos de aire acondicionado independientes. Dichas fases se han finalizado y ya quedan por completar el acondicionamiento final y la instalación de los sistemas de seguridad.
Dadas las condiciones de la bodega, sus responsables apuestan por recibir grupos reducidos de visitantes: «entre cinco y veinte a lo sumo», añade Daniel Martínez. Sin embargo, este área expositiva no es más que el germen de un gran complejo cultural en el que descansará la colección de manera permanente. Ocupará, si se solucionan los trámites entre la familia Rivero y el Ayuntamiento de Jerez, un gran espacio alrededor de la plaza del Mercado que contaría, además, con el Palacio Riquelme y las bodegas Rincón Malillo.
Desarrollo ciudadano
Al conocer la noticia de la cercana apertura del espacio, el concejal delegado de Cultura del Ayuntamiento de Jerez, Julián Gutiérrez se mostraba satisfecho y daba medida de la envergadura del proyecto. A su juicio, la inauguración del museo a finales de mayo supone «uno de los hechos culturales más importantes del año».
«En una ciudad como Jerez, a caballo entre la tradición del cultivo del vino y su faceta turística, éste es un medio de extender su desarrollo», destaca el delegado. En su opinión, el complejo de las bodegas Tradición se va a convertir en «el tercer espacio más importante a la hora de acoger visitantes, después de la Real Escuela de Arte Ecuestre y la Bodega Gozález Byass», dijo.