Las víctimas se muestran escépticas y esperan que ETA no logre réditos políticos
Expresan su temor a que la banda terrorista vuelva a cometer atentados si no logra ver atendidas sus reivindicaciones
Actualizado:Las víctimas del terrorismo etarra han recibido hoy con escepticismo el anuncio de alto el fuego "permanente" de ETA y han expresado su temor a que la banda vuelva a cometer atentados si no logra sus reivindicaciones.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la mayoritaria y más veterana en España, destacó que es un alto el fuego "condicionado" que no responde "a la expectativa de que ETA se disuelva y entregue las armas". Para el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, se trata de "un parón, que lógicamente va un poco condicionado a que se ceda a su reivindicación de autodeterminación" del País Vasco, a la legalización de Batasuna y "a que no se siga presionando policial y judicialmente" a ETA. "Ahora el Gobierno tiene que decir qué está dispuesto a pagar a ETA para que mantenga esta tregua", instó Alcaraz. El colectivo vasco COVITE expresó "satisfacción" por el anuncio, pero exigió que "no suponga en ningún caso contrapartidas o réditos políticos" y que el Estado de Derecho "no deje de funcionar" hasta lograr la "derrota" de los violentos. "Esperemos que los crímenes ejecutados por ETA sean totalmente esclarecidos. Exigimos que no se cierren sumarios de forma acelerada y que continúen las investigaciones policiales. Confiamos en que el Estado de Derecho no deje de funcionar", subrayó COVITE.
La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, rehusó hacer declaraciones recordando que su fundación representa distintas sensibilidades entre las víctimas. Aunque esperanzado, el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), Santos Santamaría, manifestó "un poco de escepticismo" ante el anuncio de ETA, recordando la ruptura de anteriores treguas. "La entrega de las armas sería el detalle definitivo que nos indicaría que va en serio, porque ahora no sabemos si se las quedarán y las guardarán para otra vez", declaró. La presidenta de la Asociación 11-M (que en febrero cambió sus estatutos para dar cabida a víctimas de ETA y otras), Pilar Manjón, expresó su "inmensa alegría" y el deseo de que "la paz se consiga y que no sea una tregua falsa como la de 1998", al tiempo que abogó por un diálogo "pero con las premisas que puso el Parlamento". Para la presidenta de la Fundación Fernando Buesa, Natividad Rodríguez, si bien el anuncio de alto el fuego es un motivo de "alegría y esperanza", también se trata de "un paso insuficiente en principio" porque ETA tiene que cesar la extorsión y la violencia callejera y no debe conseguir ningún "precio político".
Luis Portero de la Torre, hijo del fiscal asesinado por ETA, lamentó que la banda no haya anunciado el abandono "definitivo" de las armas "como le exigió el Parlamento español para empezar a hablar". "Sólo se trata de un alto en el camino hasta que obtengan lo que piden y, si no se les da, volverán a las andadas", advirtió. Aurelio Garrido, tío del edil popular Miguel Ángel Blanco, dijo esperar que el anuncio de alto el fuego "sea de verdad y no una trampa para rearmarse". En la misma línea, Consuelo Fenollar, madre del concejal del PP Gregorio Ordóñez, opinó que al grupo terrorista "le conviene la tregua, que le puede servir para el rearme o para conseguir lo que quiera", y reiteró su oposición a una negociación con ETA que sería "ponerse de rodillas ante los terroristas".
El capitán del Ejército de Tierra Juan José Aliste, que perdió las dos piernas en un atentado, destacó que en el comunicado de ETA "no hay abandono de armas ni condena de la violencia" y advirtió de que "si al final se les concede todo lo que están pidiendo" supondrá que las víctimas serán "los grandes perdedores". El abogado valenciano Pablo Broseta, hijo del jurista asesinado por ETA Manuel Broseta, precisó que el anuncio debe generar optimismo entre la sociedad "si desemboca en el abandono de las armas" y en una "paz definitiva". Tras recordar anteriores treguas que "sólo sirvieron para el rearme de ETA", observó que el comunicado de hoy habla de un "proceso de paz" sin mencionar "ni comprometer" el abandono de las armas.