ANDALUCÍA

Comienza el juicio por maltrato a su mujer contra el ex alcalde de Salteras

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Carlos González-Eiris, el que fuera alcalde socialista del municipio sevillano de Salteras, declaró ayer ante la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla, en la primera sesión del juicio abierto contra él por supuestos malos tratos continuados y agresión sexual a su mujer, R. C. M. -de la que está separado-, que es «inocente» de todo lo que se le acusa y aseguró que su esposa era quien mantuvo «actitudes amenazantes e insultantes» hacia su persona.

En su declaración, González-Eiris desmintió que se dirigiera a su esposa, con quien se casó en junio de 1982, con expresiones vejatorias, argumentando que la trató «correctamente porque la he querido siempre. Ella era quien decía lo que se hacía en mi casa». Sobre la negativa de la mujer a mantener relaciones sexuales con él, éste dijo que tuvo conocimiento de la decisión «por la denuncia que presentó en 2001».

Un apartado especial del interrogatorio se centró en el hecho de que el ex alcalde fuera al Centro Provincial de la Mujer para preguntar si la que era su mujer había requerido sus servicios -se asesoró para pedir un abogado para separarse-, si bien se identificó sólo como alcalde -entonces- y no como su marido; reconoció haber ido, pero dijo que no informó de que era su marido «porque probablemente se me pasó. Dije que iba en nombre de sus padres».

Tras él, prestó declaración su mujer, oculta tras una mampara, quien explicó que en el verano del 94 decidió no mantener más relaciones sexuales con González-Eiris porque «estaba harta de que llegara borracho a medianoche, tocándome por la espalda y dándome patadas, por lo que a veces caía al suelo. Me insultaba y amenazaba y me trataba como a su criada. No quería que trabajara, sino que estuviera en casa, que sólo servía para limpiar, que para eso me daba el sueldo y tenía que hacer lo que él quisiera, y me tenía que meter en la cama cuando quisiera».