La oposición bielorrusa protesta por el fraude electoral y pide nuevos comicios
El presidente Lukashenko logró el domingo una aplastante victoria que ha sido puesta en duda por los observadores internacionales
Actualizado: GuardarVarios centenares de opositores siguen manifestándose por tercer día consecutivo en el centro de la capital bielorrusa en demanda de nuevas elecciones presidenciales en vez de las del domingo pasado, que consideran fraudulentas.
Los manifestantes ocupan la Plaza de Octubre (Oktiáberskaya), donde han desplegado dos decenas de tiendas de campaña, con las banderas rojo-blanco-rojas de la primera época de la independencia (1991-1994), que dejaron de ser estatales tras la llegada de Alexandr Lukashenko a la presidencia. Sobre la plaza también ondean banderas de la Unión Europea, Polonia, Ucrania y Rusia.
Periódicamente en la plaza aparece el candidato opositor Alexandr Milenkévich y anima a los congregados con breves discursos y exhortaciones a continuar la lucha.
El otro candidato opositor, Alexandr Kozulin, ha llamado hoy a sus partidarios a retirarse de la plaza debido a las bajas temperaturas y prepararse para nuevas acciones de protesta, la más próxima de las cuales está convocada para el 25 de marzo.
Las fuerzas del orden mantienen el cerco exterior de la plaza y aparentemente no emprenden acciones contra los manifestantes, aunque esta mañana una ambulancia ha recogido a uno de ellos, que ha dicho que había sido agredido por los agentes en un paso subterráneo cuando salía de la plaza para comprar tabaco.
Campaña electoral "en un clima de miedo"
Los manifestaciones comenzaron la noche del domingo pasado, tras darse a conocer los primeros datos oficiales, que daban una aplastante victoria a Lukashenko. De acuerdo con los resultados anunciados por la Comisión Electoral Central bielorrusa, Lukashenko, en el poder desde 1994, revalidó su mandato con un 82,6% del votos, frente a apenas un 6% de Milinkiévich y 3,2% de Kozulin.
Ese resultado electoral fue rechazado por EEUU, que considera a Lukashenko el "último dictador de Europa" y que "la campaña electoral se ha desarrollado en un clima de miedo, incluidos fraude detenciones y palizas". Sin embargo, Rusia lo ha aceptado y su presidente, Vladímir Putin, felicitó de inmediato a Lukashenko.
La oposición bielorrusa se sintió animada por la valoración de los observadores de la OSCE, que criticaron con dureza la campaña electoral y declararon que los comicios no cumplieron con los requisitos democráticos.