El trabajador de una guardería detenido por pornografía infantil "no tuvo contacto con los niños"
Actualizado: GuardarLa consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, aseguró hoy que el detenido en la capital gaditana en el marco de la 'Operación Azahar' contra la pornografía infantil desarrollada el pasado mes de febrero en todo el mundo "no tuvo contacto con niños", ya que a su labor en la guardería Los Dálmatas de Cádiz se limitaba a mantenimiento.
En declaraciones a los periodistas antes de inaugurar una Jornada de Voluntariado Social en la Diputación de Cádiz , Navarro recordó que este caso está bajo secreto de sumario "y que será el juez quien lo determine todo", aunque dijo "entender" y mostró su "apoyo" a los padres, que están "en contacto permanente" con la delegada provincial para la Igualdad y el Bienestar Social, Manuela Guntiñas.
Así, aseguró que "no hay ningún problema" con respecto al hecho de que este hombre, que está en prisión y es uno de los 24 detenidos en España por una operación que, gracias al buscador Híspalis, ha logrado 108 arrestos en 19 países, trabajara en la guardería.
No obstante, a su juicio, los padres de los menores que asisten a Los Dálmatas "están en su derecho de pedir reuniones y actuaciones y se les atenderá", siempre teniendo en cuenta que el caso está bajo secreto de sumario.
Según informaron fuentes de la Guardia Civil, la detención del citado trabajador de mantenimiento de la guardería fue posible gracias al registro efectuado en un domicilio de Cádiz , en el que en un principio se pensó que el pedófilo podría ser su hijo, un joven universitario que residía en el mismo. Al llegar a la vivienda, el joven "juró" a los agentes que no tenía ninguna relación con los hechos, lo que se comprobó al registrar su ordenador, en el que se encontró material pornográfico, pero adulto.
Fue entonces cuando se intervino el ordenador del padre, dado que la Guardia Civil tenía certera constancia de que en dicha vivienda había material de pornografía infantil. El hijo negó que el padre pudiera tener vinculación alguna, alegando además que éste tenía prohibido a la familia acceder al ordenador, que tenía encriptado con contraseñas. Ello obligó a desactivarlas a un experto informático del Instituto Armado, que logró desencriptarlo "en un minuto, tras lo que inmediatamente empezaron a aparecer las imágenes pornográficas infantiles", ante lo que su familia no daba crédito.