Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizActualidad
abierto por el duque Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II

Se inaugura en el Reino Unido el Museo de la Caricatura con más de 3.000 volúmenes

En su colección figuran más de 1.200 ejemplos de la mejor sátira política británica, con nombres clásicos de los siglos XVIII y XIX

EFE | LONDRES
Actualizado:

El Reino Unido, uno de los países donde la sátira gráfica tiene mayor tradición y desarrollo, ha inaugurado hoy un museo dedicado a ese género artístico y periodístico. Bautizado Museo de la Caricatura y situado en las proximidades del famoso Museo Británico, el nuevo centro, financiado con fondos privados, ha sido abierto oficialmente por el duque Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II y miembro de su patronato.

En su colección figuran más de 1.200 ejemplos de la mejor sátira política británica, con nombres clásicos de los siglos XVIII y XIX, como William Hogarth, James Gillray, George Cruikshank o Thomas Rowlandson hasta sucesores tan destacados como Carl Giles, Ronald Searle, Steve Bell, Peter Brookes, Martin Rowson. La colección se ha visto enriquecida además por donaciones de famosas historietas, como Dick Tracy, del estadounidense Chester Gould, u obras de Jack Kirby y Hunt Emerson. Con una biblioteca de más de 3.000 volúmenes, el Museo de la Caricatura será además, según sus promotores, un importante centro dedicado a la investigación de ese medio artístico.

La caricatura tiene orígenes muy antiguos y se remonta en realidad a los egipcios, pues se han descubierto trozos de arcilla en los que aparecen ya caricaturas de los faraones o los dioses. En la época de las luchas religiosas entre católicos y protestantes, tras la Reforma de Martín Lutero, se publicaron en Europa numerosas caricaturas, sobre todo del Papado, al que se atribuían todos los vicios posibles.

Cargar las tintas

La intervención del término "caricatura" se atribuye en cualquier caso al pintor italiano Annibale Carraci (1560-1609), que interpretó la caricatura como antítesis de la belleza, definiéndola como "una bella.... perfecta deformidad". El objetivo era ofrecer, mediante la distorsión o exageración de los rasgos, una impresión del original más impactante que un simple retrato. La caricatura, del italiano caricare (cargar), es en realidad hija del barroco, y el gran representante de ese movimiento, el escultor y arquitecto del Seicento italiano Gian Lorenzo Bernini, era admirado en círculos de la corte papal por su habilidad para reflejar en dos o tres rasgos la esencia de una persona.

La caricatura política ha estado en cualquier caso muy ligada a los pasquines y al desarrollo de la libertad de opinión y de prensa durante el Siglo de las Luces, y no es extraño que floreciera en un país de vieja tradición parlamentaria y defensa de las libertades civiles como es el Reino Unido. Entre las anécdotas que se cuentan de los grandes dibujantes satíricos ingleses hay una relacionada con Gillray, a quien el gobierno conservador de William Pitt pagó en 1798 una pensión para que dejara de meterse con el príncipe de Gales. Otro gran ilustrador y caricaturista, Cruikshank, aceptó en 1819 una suma de cien libras, comprometiéndose a no caricaturizar a "Su Majestad" (Jorge IV) en una situación inmoral.