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Una oportunidad pasados los 55

La UCA pone en marcha su aula itinerante para mayores en Algeciras, Ubrique, El Gastor y Puerto Real

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Yo lo único que sé es cómo me llamo y cómo se llama esta calle. ¿Qué maravilla poder tener formación universitaria a mi edad!». Frases como la de Mercedes resumen, mejor que los discursos del rector de la Universidad de Cádiz -Diego Sales- o de la consejera para la Igualdad y Bienestar Social -Micaela Navarro-, la naturaleza de los cursos para mayores que, con carácter itinerante, ha puesto en marcha la UCA y que llegarán a las localidades de Ubrique, Puerto Real, El Gastor y Algeciras, además de al barrio gaditano de Puntales. El caso de Mercedes Duarte -exagerado por ella misma ante el aplauso de sus compañeras- es paradigmático de la filosofía de los cursos para mayores de 55 años que han arrancado en febrero y que llevarán conferencias de temática andaluza a los más veteranos.

La encargada de presentar los cursos fue la propia consejera para la Igualdad, Micaela Navarro (PSOE), que recalcó la idea del «envejecimiento activo», esto es, aplicar al ámbito universitario la máxima de que nunca es tarde si la dicha es buena. A pesar de que el dinero para esta iniciativa lo aporta la Junta de Andalucía -un total de 80.340 euros- el programa ha sido elaborado por la Universidad de Cádiz, que facilitará el profesorado necesario para impartir las conferencias. «Para los profesores es una experiencia muy estimulante, los mayores son unos alumnos muy participativos, que interrumpen la clase para preguntar o precisar», incidió el rector de la UCA, Diego Sales, que destacó el elevado grado de asistencia a clase de los alumnos, «que roza el 90%». «Es que ustedes valoran más el conocimiento que muchos de sus compañeros de 25 años, que van a la Universidad porque es lo que toca en ese momento», añadió Navarro.

Mayoría de mujeres

Llama la atención que tres de cada cuatro matriculados en el aula para mayores son mujeres. «Yo creo que es porque las mujeres somos más echadas para adelante, los hombres creen que sólo servimos para estar en casa... pues aquí estamos, en la Universidad», defendía una miembro de la Asociación de Vecinos de Puntales que se ha apuntado al curso.

A esto hay que añadir que las mujeres que tuvieron que estudiar a mediados de siglo XX se vieron obligadas a abandonar pronto las aulas, porque tenían que trabajar o «ayudar en casa, porque las cosas estaban muy mal», como recuerda Ángela Amarillo, una gaditana que dejó la escuela con 14 años y que no piensa dejar escapar esta segunda oportunidad que le brinda la vida. «Lo que busco es simplemente aprender, saber más; además, a los que ya somos mayores esto nos viene muy bien para potenciar la memoria», completaba esta estudiante, a la que le hicieron entrega ayer de su carnet de universitaria, que no sólo le acredita como miembro de la UCA, sino que le da derecho a emplear todos los servicios de los campus, como las bibliotecas y las instalaciones deportivas.

Todavía no se ha cerrado el plazo para la matriculación en el curso para mayores de la Universidad de Cádiz. El año pasado Cádiz fue la segunda provincia de Andalucía en número de matriculados, con 859 alumnos. «Nuestro deseo sería que se desbordaran las previsiones», comentaba a los medios de comunicación Diego Sales, que aprovechó la ocasión para pedir que estos cursos obtengan reconocimiento oficial por parte del Ministerio de Educación. Del mismo modo, señaló que el Ejecutivo Central está barajando la posibilidad de que se eliminen las pruebas de acceso a la Universidad para los mayores de una determinada edad. «El nuevo Espacio Europeo insiste en que hay que formar a los ciudadanos durante toda su vida», remachó el rector.