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Irán se compromete con Bruselas a frenar la crisis de las caricaturas

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Irán está dispuesto a cooperar con la Unión Europea para poner fin al conflicto creado por la publicación de caricaturas de Mahoma en varios medios de comunicación, afirmó ayer en Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Teherán, Manucher Motaki. «Hemos aceptado ayudar para calmar la situación», afirmó tras reunirse con el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, el español Javier Solana.

Motaki se mostró partidario de encontrar «algún tipo de equilibrio» entre el respeto a las creencias religiosas y la libertad de prensa. El ministro persa indicó que debe basarse en «no ofender los valores de un lado, ni la libertad de expresión del otro». Antes de su reunión con Solana, Motaki dijo, asimismo, que se debe «tratar de calmar la situación. No apoyamos ningún tipo de violencia».

Solana realizó la pasada semana una gira por varios países musulmanes y de Oriente Próximo para tratar de poner fin a la crisis desatada por la publicación de las caricaturas, inicialmente en una periódico danés y luego en otros medios europeos y árabes.

El jefe de la diplomacia europea explicó ayer el contenido de su viaje, y aseguró que, aunque pueda haber algunos episodios de violencia en países aislados, «en términos generales», hay una cooperación positiva de sus dirigentes.

Diecisiete fallecidos

Pero el optimismo del político comunitario no se traslada a las calles de los países musulmanes. Ayer se confirmó de forma oficial que al menos diecisiete personas, entre ellas un sacerdote católico, murieron y treinta iglesias cristianas fueron quemadas en Bugerua durante las manifestaciones del fin de semana.

Además, cerca de 2.000 estudiantes quemaron banderas danesas y norteamericanas y fotografías de George W. Bush durante una protesta pacífica celebrada en Afganistán. Algo parecido ocurrió en la localidad javanesa de Lamongan, a unos 680 kilómetros de Yakarta, donde manifestantes musulmanes destruyeron enseñas nacionales del país nórdico.

El diario Nash Reguion de la ciudad rusa de Vólogda, que reprodujo las viñetas, fue cerrado por decisión de sus propietarios. Por otra parte, la Fiscalía de Roma investiga al dimitido ministro Roberto Calderoli, bajo la acusación de ofensa a una confesión religiosa después de que mostrase en televisión una camiseta con una de las viñetas satíricas.