Un rosario de atentados indiscriminados deja una treintena de muertos en Irak
Actualizado: GuardarEl llamamiento a una tregua en Irak que el domingo pasado lanzó la Liga Árabe no fue secundado ayer por la insurgencia que asola al país del Golfo. En un repunte de la violencia, una oleada de atentados segaron la vida a una treintena de personas. Los ataques, que también dejaron sesenta heridos, fueron perpetrados contra un pequeño autobús, un grupo de jornaleros, varios conductores de camión y los clientes de un restaurante.
La acción terrorista más sangrienta tuvo como escenario Kazimiya, un barrio chií al norte de Bagdad. Allí, la Policía sacó doce cadáveres carbonizados de un microbús en el que un suicida hizo estallar los explosivos que llevaba poco antes del mediodía. El atentado causó también ocho heridos. Asimismo, en la plaza Sahat A-Tayaran, en el centro de la capital, un albañil perdió la vida por la explosión de una bomba que causó heridas a otros diecinueve jornaleros congregados para que se les asignara su trabajo diario. Los autores de este atentado tenían intención de provocar una auténtica masacre, pues se desactivó un vehículo cargado de cohetes cuya deflagración estaba prevista para cuando llegasen los equipos de socorro a la zona, según la Policía.
La violencia también hizo acto de presencia en otras ciudades del país, como Mosul, a 370 kilómetros de Bagdad, donde una bomba explotó en un restaurante frecuentado por policías, matando a seis personas -entre ellas un agente- e hiriendo a otras 21. El suicida eligió la hora habitual de desayuno de los integrantes de las fuerzas de seguridad para detonar su carga.
Cohetes y disparos
En Nabai, a 50 kilómetros al norte de la capital, cinco conductores perdieron la vida y tres resultaron heridos en un asalto perpetrado por un grupo de hombres armados, que lanzaron cohetes y disparos contra la caravana de vehículos que conducían con material de construcción. Y en la región de Balad, a 70 kilómetros de Bagdad, un civil a bordo de su automóvil fue asesinado por desconocidos.
También ayer se encontraron los cuerpos de cinco camioneros secuestrados en la provincia de Salah El Din.
Pero ayer no fue una jornada trufada sólo de malas noticias: dos macedonios empleados de una compañía alemana de servicios que trabaja para la fuerza multinacional en Irak, capturados el jueves, fueron liberados en Basora.