Economia

Telepizza se revaloriza tras anunciar su presidente una OPA sobre el 100%

La familia Ballvé, dueña también de Campofrío, ofrece 2,15 euros por título para hacerse con todo el capital de la empresa, de la que ya controla una quinta parte

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La familia Ballvé, dueña de la empresa alimentaria Campofrío y accionista principal de Telepizza desde 1999, dio ayer un golpe de efecto, sin duda, beneficioso para la segunda empresa de comida rápida en España. Sus acciones subieron un 11,7% en el mercado bursátil, tras anunciar los conocidos empresarios burgaleses a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que estudian lanzar una oferta de adquisición (OPA) sobre la totalidad del capital social, del que ya controlan una quinta parte (el 20,5%), si bien advierten que tal propuesta podría no llevarse a cabo finalmente.

En su «eventual» propuesta, Pedro Ballvé, presidente de Telepizza, y su hermano Fernando ofrecen 2,15 euros por acción, precio que supone una prima del 14,4% respecto al cierre que tuvieron el viernes pasado. Sin embargo, tras la fuerte revalorización de la compañía en las últimas horas, ese premio se ha reducido a una tercera parte, ya que sus títulos inician la jornada bursátil de hoy con un coste de 2,10 euros. Para algunos, esto podría provocar un incremento económico de la propuesta, pero los expertos lo ven «innecesario» porque en enero el valor de cada participación era sólo de 1,8 euros.

Competidores

Ese sería, precisamente, su precio objetivo, según la mayoría de los especialistas, sobre todo si se tiene en cuenta la trayectoria bursátil de Telepizza, que se inició el 8 de noviembre de 1996. En sólo dos años, sus títulos se encarecieron un 1.100%, hasta superar los 10 euros por unidad, una marcha espectacular que la llevó a entrar en el índice selectivo Ibex-35. Pero en 1999 el globo se desinfló y, como era de esperar, la entrada de nuevos competidores en el mercado de comida rápida (las pizzas congeladas o los restaurantes chinos, e incluso mejicanos) hizo que los resultados ordinarios fueran cada vez a menos.

El fundador en 1988 de Telepizza, el empresario hispano-cubano Leopoldo Fernández Pujals vendió entonces su participación (del 39%), aunque al hacerlo de forma paulatina provocó una caída del 44,6% en su valor. A pesar de todo, logró embolsarse 298,7 millones de euros, que fueron abonados por la familia Ballvé en una apuesta bastante arriesgada para su patrimonio personal. No en vano, la compañía siguió en mala racha y puso en peligro su papel dentro de Campofrío (dueña de marcas como Oscar Mayer y Navidul), sobre todo tras la presencia creciente de agresivos fondos de inversión extranjeros como Centaurus y QMC.

El anuncio de ayer pretende, en parte, cambiar su situación y consolidar su presencia en Telepizza. De momento, han conseguido recuperar un valor de dos euros, que no alcanzaban desde noviembre de 2001. En cualquier caso, en su comunicación a la CNMV los Ballvé advierten (a través de la sociedad instrumental Carbal, tenedora de sus acciones) que la 'auto-opa' está sujeta «al resultado satisfactorio de las negociaciones con potenciales coinversores y con los bancos financiadores, y a la obtención de las aprobaciones oportunas, sin perjuicio de las autorizaciones legales que procedieran».

Los últimos resultados publicados por Telepizza, correspondientes al cierre del tercer trimestre de 2005, arrojaron un beneficio acumulado de 17,3 millones de euros, con una mejora del 9,2%. A su vez, la cifra de ingresos por su negocio de comida rápida alcanzó los 311,4 millones, de los cuales el 80% correspondieron a su actividad en España. Su segundo mercado más importante fue el portugués (28,4 millones), seguido del polaco (17,9 millones) y el chileno (12,3 millones). Hasta entonces, disponía de 814 puntos de venta, dos terceras partes de ellos en suelo español.