El Xerez continúa sin ganar y pierde el liderato
Un gol del Numancia, que empató a falta de cuatro minutos para el final, ha dejado al conjunto azulino como segundo clasificado
Actualizado: GuardarEl colchón continúa desinflándose. El bache de los azulinos se prolonga y ya comienza a tener consecuencias palpables, pues ayer el Xerez perdió el liderato de la tabla tras acumular dieciocho jornadas en lo más alto. El gol de Ricard Hamilton terminó de bajar a la tierra a una afición que ya no recuerda la alegría que les dio este equipo cuando allá por el mes octubre subió a lo más alto y colideró la clasificación con el Murcia, tras vencer al Hércules. Eran otros tiempos, en los que daba la sensación de que sumar de tres en tres apenas costaba. Ahora las palpitaciones son bien distintas. Todos se echan a temblar en los minutos finales. Los fantasmas de Valdebebas siguen creciendo y frente al Numancia se volvieron a dejar escapar puntos en los minutos finales. Mas que coincidencia, parece que el nerviosismo y el temor a perder se apodera de los azulinos en el tramo final de los encuentros. Pasó frente al Castilla, volvió a ocurrir contra el Castellón y, para desgracia de los xerecistas, ante el Numancia pasó un tanto de lo mismo. Se escaparon dos puntos, y cerca estuvieron de volar todos a Los Pajaritos, ya que Julio Iglesias tuvo que salvar en el descuento una clara ocasión de Ricard.
La falta de concentración, la disminución de la tensión o simplemente el cansancio de unos jugadores que lo dan todo hasta el minuto ochenta y cinco, son los argumentos que explican esta serie de errores en los últimos instantes. El gol del conjunto soriano llegó de manera absurda. Así lo consideraba el propio técnico del Xerez, al que se le desmoronó la teoría de que ganaría el encuentro el primero que marcara. Un pase largo por el centro de una defensa mal posicionada, habilitó a Hamilton. El punta convirtió en gol el primer balón que tocó.
Partido trabado
Bronco, enrevesado, trastabillado, tosco. Cualquiera de estos adjetivos sirve para calificar un encuentro en el que ambos equipos gozaron de muy pocas ocasiones claras de gol. No es que primara el juego de contacto o las entradas violentas, porque apenas las hubo, pero la presión, la línea defensiva adelantada y la compresión de espacios, impedía que surgieran jugadas fluidas. A mediados del primer tiempo la sensación era que el Xerez dominaba, pero realmente era ficticio o poco efectivo, porque el Numancia también sentía tener el encuentro controlado.
A Gerard le costaba un mundo contactar con Álex Fernández, encargado de iniciar la jugada, por lo que eso de entrar por las bandas o mandar el cuero a la delantera, se presentaba como una utopía.
Una mala caída, dejó al conjunto de Alcaraz sin su referencia en Ataque. Geijo abandonó el terreno de juego con una luxación en el hombro. Daba pena verlo abandonar el terreno de juego. Cara de dolor, cojera, la mano en su hombro... Y cuando ya casi había pasado el arco del túnel de vestuario bajo los aplausos de ánimo de los aficionados, un grito de Lucas Alcaraz, le hizo volver con su lento paso hacia el banquillo. Allí el preparador granadino, le ordenó que entrara de nuevo al campo. El hispanosuizo retornó al césped sin pedir permiso al colegiado, y este le enseñó la pertinente cartulina amarilla, quinta del ariete. El delantero le estrechó la mano y nuevamente se marchó con su cojera y su cara de dolor. Según el médico del Xerez, Geijo sufre una lesión de gravedad intermedia y podría estar casi un mes fuera de la competición.
Protagonismo arbitral
Las carreras de Rosado eran más eficientes a la hora de defender que a la de atacar, por lo que Camuñas soportó el peso del ataque xerecista. El madrileño estuvo casi tan participativo como poco acertado. Entre los dos delanteros fabricaron una jugada que Vicente Moreno no fue capaz de culminar. Fue la mejor ocasión para que el Xerez se marchara al vestuario con el marcador favorable. Los jugadores azulinos no lograron ese protagonismo, que sí acaparó Antonio Miguel Mateu Lahoz. Ni él, ni ninguno de sus asistentes tuvieron una tarde muy acertada. Entre faltitas y fueras de juego, desquició a la afición azulina. También puso de los nervios a Goicoetxea, el técnico del Numancia casi se planta en el medio del campo reclamando una pena máxima en el área del Xerez. A renglón seguido, se echó las manos a la cabeza cuando el árbitro de la contienda señaló el penalti que permitió adelantarse al Xerez. Corría el minuto setenta y dos cuando a Pedro Ríos no le tembló el pulso para materializar desde el punto de penalti.
Con el marcador de cara y con la victoria al alcance de la mano, el momento requería tranquilidad, posesión y repliegue en la pandilla azulina. Los nervios o el cansancio les hizo regalar el balón y perder la concentración, nuevamente en los minutos finales. Hamilton ocupó el puesto de Rubén, y estuvo muy cerca de firmar una tarde redonda. Logró el empate, y tuvo en sus botas la victoria.
Ahora sólo quedan dos puntos de aire respecto al cuarto y ese colchón que parecía imposible de vaciar, podría terminar de desinflarse la próxima semana si no se vence al Lleida en Chapín, donde seguro que habrá caras nuevas en el equipo, pues ni David de Coz, ni Geijo-lesionados- ni Vicente Moreno-sancionado- podrán pelear para que el desierto de victorias llegue a su fin.