Lucas lobos
Actualizado: GuardarObviemos el resultado. Tratemos de sacar conclusiones positivas en este delicado momento de la temporada y quedémonos con lo bueno. Y lo bueno, hoy por hoy, se llama Lobos, Lucas Lobos.
Sin duda es de lo mejorcito que ha llegado por aquí en muuuuuucho tiempo. En estos últimos años hemos disfrutado en Cádiz de un equipo muy serio, bien armado, ordenado, solidario y todo lo que usted quiera, lo cual ha servido tanto para abandonar el famoso pozo como para volver a Primera. Pero una vez aquí hacía falta algo más. De calidad, digo. Y parece que por fin ha llegado.
Lobos se estrenó como titular y dejó claro que tiene que serlo sí o sí. De momento ha acabado con más de dos años de sequía en lo que a goles de falta se refiere, que se dice pronto. Manolo Pérez, en esto, era un bluf, está claro.
Y además Lobos se ha destapado como el único capaz de hacer un regate en condiciones, de levantar al público de su asiento con una cachita, de dar pases efectivos, de no perderse en pamplinas. Por ser, es capaz hasta de picar a alguno de sus compañeros, que cuando ve que es aclamado, se quiere unir a la fiesta. Como Estoyanoff, aunque ayer el uruguayo quiso pero no pudo.
El único problema de Lobos es su físico. Según pasan los minutos se va apagando y aún no aguanta un partido completo. Como decían Los Combois de su vecina, «en vez de piernas parece que tiene dos barillas». Nada que no se pueda arreglar con un par de potajes. En cuanto se los tome, este va a dar muchas alegrías. Seguro.