Cartas

Por aquel entonces

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El 26 de noviembre de 1972, es decir, hace ahora treinta y tantos años, Don Jerónimo Almagro presentó en la Comisión Municipal Permanente una interesante propuesta sobre las Fiestas Típicas. Consideraba las mismas como muy asumibles en un doble tratamiento, es decir, conceder a febrero todo lo que se refiera al aspecto de agrupaciones con las actuaciones de coros, comparsas, chirigotas y cuartetos en el Gran Teatro Falla, dejando para el verano las fiestas típicas, en las cuales las agrupaciones volverían a tener su protagonismo.

Cuando yo leí esto exclamé: «¿Leche, no era así la cosa que me contaron!»

Es cierto que uno, por aquellas fechas, en lo que pensaba era en echarse novia y, de hecho, casi lo conseguí en la caseta que Galerías Preciados instaló en Canalejas junto a la de Industria y Comercio, que eran las más pijas. Con música del conjunto gaditano formado por Nono Abalo, Tony Reguera, Manolo Martínez, Fernando Caso y El filipino (Simuns), ya me quedaba a gusto. Pues, como decía, pasarlo bien, bailar (no había litronas por aquellos tiempos), era lo que verdaderamente me preocupaba y quién iba a ser la reina de las fiestas: Marisol o Carmencita Martínez Bordiú, la hija de Don Manuel Fraga o la del gobernador... Era lo único que se consideraba motivo de comentarios. Hablábamos de Paco Alba, Villegas, Quini, Fletillas, etc...

La restauración del Carnaval a febrero fue una justa reivindicación conseguida en la última época democrática, ya con Don Jerónimo.

Me llama poderosamente la atención que, en tertulias, se coincida en la añoranza de aquellas Fiestas Típicas de principios de los setenta. Que si las monumentales carrozas, las calles con dos cuartas de papelillos, las majorettes, las agrupaciones cantando en los bares... Yo ni entro ni salgo en esto, pero tengo claro que el de antes y el de ahora, los dos tienen sus cosas buenas y sus cosas menos buenas.

Dicho todo lo que antecede, quisiera expresar mi reconocimiento, afecto y respeto a todos los hombres y mujeres que, de forma sana, hacen nuestro Carnaval y suerte a los que en estos días se encuentran desgañitándose en el escenario del Gran Teatro o a los otros que aún se encuentran ensayando porque son ilegales.

Auguro un extraordinario Carnaval 2006.

Antonio Martínez Vargas. Cádiz