«Si no hago pesas, me siento raro; es como si me faltara algo»
Le gusta tanto el deporte que practica que no duda en alternarlo con su trabajo y la familia; su padre es su principal referencia deportiva
Actualizado: Guardar-¿Cómo se inició en el mundo de las pesas?
-Bueno, he practicado muchos deportes además del culturismo. Mi primera experiencia fue el Tai-jitsu porque me encantaban las artes marciales. De todas formas, lo dejé al sacarme el cinturón marrón porque no tenía dinero para el cinturón negro.
-¿Costaba muy caro?
-Pues unas catorce mil pesetas de la época. Era en la década de los ochenta y para mí significaba mucho dinero. Me tiré mucho tiempo con el cinturón marrón y me aburrí.
-Y decidió probar con el culturismo.
-Así es. Entré en el mundo de las pesas gracias a mi padre. Él fue siempre mi monitor, sigo sus consejos al pie de la letra.
-¿Qué tiene el gimnasio que regenta su padre que no tengan otros?
-Bueno, cada gimnasio tiene su propia forma de entender el culturismo. Lo que sí puedo decir es que mi padre se preocupa mucho por los alumnos, tiene mucha complicidad con los chavales que hacen sus pinitos con las pesas.
-¿Qué representa para usted este mundo?
-Para mí el culturismo no es una afición, es algo más que eso, es una droga. Si algún día no hago pesas me siento vacío es como si me faltara algo.
-De todas formas, es un deporte muy criticado.
-Sí, es verdad que tiene muchas críticas. La gente cree que esto se basa en llegar, hacer el bruto y luego largarte a tu casa. Y desde luego que no es así. El culturismo sirve para evadirse, tranquiliza y actúa como relajación.
-También está latente el tema del dopaje.
-El 85% de las críticas que recibe el deporte de las pesas vienen de este tema, el donping. Muchos monitores incitan a que se dopen los alumnos ya que es imposible alcanzar el nivel de los culturistas de competición sólo entrenando.
-¿Cómo compagina este deporte?
-Pues con el trabajo y la familia. Me dedico a trabajar en la sección de charcutería en un mercado. Hace falta tener mucha voluntad para alternar ambas cosas.