El Tau le da una lección al Madrid y corta de raíz su sueño de ser campeón
Los vitorianos, con el público a su favor, superaron a un equipo fundido El equipo de Maljkovic, anfitrión, fue despedido de la pista entre pitos
Actualizado: GuardarEn la última semifinal sí se cumplió la lógica. El Tau no permitió soñar al Real Madrid, que se despidió de la Copa con el único consuelo de haber eliminado al Barça. Los vitorianos, con el público a favor, aunque el Madrid era el teórico anfitrión, dieron una lección a un equipo fundido y muy limitado que esta vez ni siquiera tuvo carácter. Los baskonistas aplastaron a los madrileños en un choque muy desequilibrado en el que quedaron confirmadas las enormes diferencias entre unos y otros. El potencial individual y colectivo del Tau y la pobreza de un conjunto sin base, sin pívots y sin banquillo que depende de la inspiración de Bullock y Rakocevic. Los únicos, junto a Hamilton, que superaron la decena de puntos frente al Tau, muy superior en todas las facetas, y con los triples de Erdogan (5 de 6) como protagonistas. Otra vez habrá final inédita de Copa (19.00 h. La 2), con el Tau presente ya cuatro veces en los cinco últimos años y el Pamesa en busca de su segundo título en su tercer intento.
El invitado, vigente subcampeón y odiado por todas las aficiones que llenaron el Palacio, no estará en ese partido decisivo, como era previsible tras la sorpresa ante el Barcelona. En esta ocasión no tuvo acierto exterior, en lo único que parece que puede confiar. Su porcentaje en triples fue pésimo: el 14% (2 de 14). El Tau de Perasovic impuso su ley en todo momento, aunque el cuarto realmente mortal para el Madrid fue el tercero. Ahí fue víctima de la maquinaria del Baskonia (45-64), después de que en el segundo el Tau llegase hasta los 14 de ventaja (28-42). Su eficaz defensa, el rebote bajo su aro, el poder interior de David y Scola y los triples de Erdogan le llevaron a esa primera máxima ventaja mientras Bullock y Reyes estaban desaparecidos. El Madrid se quedaba así sin arsenal. Sólo tenía a Rakocevic, a quien en principio tenían más dificultades para frenar los baskonistas. Hansen sí que pudo con él en el primer cuarto, igual que Prigioni con Bullock.
Aunque el Tau estaba dependiendo en exceso de los puntos de Scola y Prigioni y perdía en el comienzo todos los rechaces en la pintura blanca, siempre estuvo por delante en el marcador en ese periodo. El Tau apretó de nuevo cuando quiso y el Madrid se fue despedido con pitos. Y eso que jugaba en casa.