Chiclana

Educar a los niños más desfavorecidos

La delegación de Cooperación Internacional subvenciona con 30.000 euros un programa que intenta erradicar el analfabetismo en Perú

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Durante la pasada semana, estuvo por Cádiz la representante de la ONG Madre Coraje en Perú, Esther Revilla, recabando ayuda y exponiendo a todos los que vivimos en una sociedad tan avanzada como la nuestra, las penurias del tercer mundo, escenificada en dos lugares del remoto país sudamericano, Huancavelica y Apurimac.

Por quinto año, la delegación de Cooperación Internacional colabora económicamente con Madre Coraje en el desarrollo social e intelectual de más de 200.000 indígenas que se encuentran en esa zona andina muy castigada durante años por el grupo terrorista Sendero Luminoso, que ha dejado muchos desaparecidos y a otros sumidos en la más estricta pobreza, de ahí que se conozca ese lugar como «trapecio de la pobreza».

En esta ocasión, la subvención dada por el Ayuntamiento de Chiclana ha sido de 30.000 euros, algo similar a lo aportado años anteriores, y que en esta edición irá destinado a trabajar con los más pequeños dentro del programa «niñas y niños protagonistas en los andes», donde, según resaltó Esther Revilla «es primordial para poder sacar del subdesarrollo a estas comunidades, que son totalmente analfabetas y que el único idioma que conocen es el Quechua, originario de la zona, por lo que hay que centrarse en los niños y niñas enseñándoles español y a su vez tratando de aumentar su autoestima, porque ellos son el futuro y en los que se sustentará la región», comenta Revilla.

Asimismo, recordaba el gran progreso que se ha observado en la zona gracias a los 30 millones de las antiguas pesetas aportado por Cooperación Internacional desde hace seis años. «Nuestros proyectos se basan en cuatro ejes: agricultura, salud, educación y producción».

Y agrega: «Ya hemos podido construir una micropresa para controlar el agua, un recurso muy frágil, ya que un año llueve mucho y todo se inunda, y al siguiente entramos en un ciclo de sequía».

También han recuperado la flora y se ha conseguido un incremento de la producción gracias a acciones tales como la instalación de plantas de procesamientos para que los campesinos puedan introducirse en el mercado. Otro de los beneficios encontrados en estas subvenciones ha sido el cambio de euro a dólar que ha originado «un excedente con el que hemos podido crear una panadería, que hemos llamado Andalucía, y comprar varias vacas», detalla.

Hay que tener en cuenta que se trata de una cultura diferente, que ha vivido durante siglos de una forma rústica y tradicional, a la que es muy difícil cambiarle de la noche a la mañana su estilo de vida. Por ello, desde Madre Coraje «tratamos con respeto su cultura propia, y nuestra intención es la de facilitarle su propio desarrollo, le presentamos un abanico amplio de posibilidades y ellos mismos son los que lo eligen».