El Pamesa llega a su tercera final después de destronar al Unicaja
El conjunto valenciano se medirá al vencedor de la otra semifinal que disputan Tau Cerámica y Real Madrid
Actualizado: Guardar87 - Pamesa Valencia (22+20+23+22): Avdavlovic (6), Stepp (15), Yebra (3), Dikudis (9), Garcés (8) -cinco inicial-, Miralles (9), Timinskas (23), Harrington (11) y Sklavos (3).
74 - Unicaja (21+18+17+18): Cabezas (4), Brown (16), Herrmann (23), Garbajosa (6), Santiago (9) -cinco inicial-, Risacher (6), Pepe Sánchez (3), Nicevic (2), Pietrus (-) y Rodríguez (5).
El Pamesa Valencia sigue sorprendiendo en la Copa del Rey de Madrid. El Unicaja se presentaba como favorito al título pero a vuelto a padecer la maldición del campeón en una semifinal en la que sus estrellas se vieron anuladas por el juego de equipo valenciano. Los de Ricard Casas se han alzado con el triunfo por 87-74 y disputarán mañana su tercera final copera ante el ganador del Real Madrid-Tau Cerámica.
El defensor del título tuvo enfrente un adversario preparado mental y tácticamente para jugarle de tú a tú. Los líderes naturales de los dos equipos, Jorge Garbajosa en el malagueño y el serbio Vule Avdalovic en el valenciano, cayeron en las redes que les tendieron las pizarras y perdieron protagonismo, pero en su lugar surgieron otros hombres que supieron asumir el rol de sus compañeros y que, en el caso de los valencianos, ejecutaron el planteamiento táctico previsto con precisión de cirujano.
El hispano- argentino Walter Herrmann reemplazó a Garbajosa y el lituano Mindaugas Timinskas, ayudado por el estadounidense Junior Harrington, el de Avdalovic. La formación andaluza también tuvo que compensar el vacío del puertorriqueño Daniel Santiago, que como el internacional español y el base serbio pasaron a un segundo plano en la primera mitad.
Aunque el Unicaja intentó marcar el paso desde el principio (0-7 m.2) y encontró en Herrmann un excelente desahogo para anotar y rebotear, los naranjas tomaron el control del ritmo a través de Timinskas y otro buen partido de Albert Miralles. El lituano y el pívot de la selección española dejaron al Pamesa por delante al final del primer corte con siete puntos entre ambos (22-21). La zona impuesta por Ricard Casas había frenado a Garbajosa, al estadounidense Marcus Brown y a Santiago. Con esa defensa continuó en el segundo cuarto y siguió dando problemas a los malagueños.
Timinskas, autor de trece puntos en los dos primeros cuartos, puso la parte que faltaba para concretar el control del Pamesa en el marcador (42-39 m.20). Los andaluces, igual que en la eliminatoria de cuartos frente al Gran Canaria, cerraron la primera parte sin imponer la superioridad que le atribuían los pronósticos. Tampoco pudieron hacerlo en el tercero. El equipo de Casas sacó otro conejo de la chistera para terminar de moverse por delante en distancias ajustadas y dar un paso adelante hacia la final. El 'conejo' fue el panameño Rubén Garcés. La alianza entre el ex estudiantil, Timinskas y el magnífico Blake Stepp pusieron al Unicaja en la cuerda floja en la clausura del tercer corte (65-56).
Stepp aumentó un poco más la presión sobre los valencianos con un dos más uno al principio del último periodo (69-56). El escolta capitalizaba la eliminatoria en el enésimo relevo de protagonistas sobre la pista del Palacio de los Deportes. Al Unicaja se le escurría la final entre los dedos (72-61 m.35). Golpeó de nuevo Stepp, también el griego Vangelos Sklavos y los últimos campeones, huérfanos de Garbajosa y limitados a las apariciones de Marcus Brown como escapatoria para la eficaz zona del Pamesa, buscaron el milagro desde la pasión, pero sin las respuestas para desbancar a un rival que supo jugar su partido, hacer valer las virtudes individuales que posee en el momento justo y trabajar como un bloque. Así se ganan los títulos. El Pamesa levantó el primero y último hace ocho años. En el 2000 disputó la final en Vitoria. En Madrid vuelve a la carga.