El Real Madrid logra una gran remontada ante el Barça para estar en las semifinales
Su rival en semifinales será el Tau Cerámica, que se ha impuesto con contundencia por 92-72 al DKV Joventut
Actualizado:77 - Real Madrid (15+18+19+25): Sonko (7), Rakocevic (22), Gelabale (2), Reyes (14), Hamilton (4) -cinco inicial-, Bullock (16), Tomas (6), Hervelle (3), Fisher (-) y Hernández Sonseca (3).
67 - Barcelona (23+18+17+9): Williams (9), Navarro (16), De la Fuente (3), Fucka (6), Marconato (10) -cinco inicial-, Basile (6), Cota (-), Gasol (2), Kakiuzis (13), Thorton (2) y Grimau (-).
El Real Madrid ha terminado, gracias a una gran remontada culminada con una victoria por 77-67, con una racha de derrotas coperas ante el Barcelona, el mayor de sus adversarios, que deja la Copa del Rey sin equipos catalanes y reúne en semifinales a los blancos y al Tau, al croata Velimir Perasovic y al serbio Bozidar Maljkovic, campeones de Europa con el Split entre 1988 y 1991, alumno y maestro frente a frente mañana a partir de las 19.30.
La superioridad del Barcelona en la Copa del Rey ante los blancos iba camino de convertirse en ley. De los once enfrentamientos previos entre ambos dentro de la competición diez acabaron en manos de los azulgranas. El duodécimo cambió la suerte del bloque madridista. El conjunto del Palau no sabía lo que era perder como visitante en terreno de su gran rival -en Liga- en los cinco últimos años (97-76 el 27 de octubre de 2001). Esta vez claudicó pese al control que ejerció durante los dos primeros cuartos.
El Madrid, aparte de la estadística, iba justo de fuerzas, pero terminó lanzado y con la misma fuerza que le dio la última Liga. Iba tan apretado que el jueves decidió dar de alta al estadounidense Louis Bullock sólo diez días después de diagnosticarle una rotura fibrilar en el recto anterior de la pierna derecha y fijar el periodo de recuperación en tres semanas. El norteamericano respondió bien a las últimas pruebas y el técnico serbio Bozidar Maljkovic no lo dudó. Todo un acierto porque 'sweet' Lou revivió al Madrid.
Juan Carlos Navarro anotó ocho puntos en el primer cuarto y llegó al descanso con trece, aunque no era el único obstáculo al que se enfrentaba el Madrid. El Barcelona acumulaba trece puntos de ventaja a dos minutos del final (24-37) después de un triple del italiano Gianluca Basile. Bullock, que había entrado en pista mediado el primer cuarto, no había podido anotar doce minutos después de incorporarse al choque. Por fin estrenó su casillero (m.18) y, entre los puntos del serbio Igor Rakocevic y una defensa zonal que consiguió frenar el ataque catalán, el Madrid acabó la primera parte sin daños excesivamente graves (33-41).
El partido recobró un pulso que el Barcelona no esperaba. Tampoco creía que los madrileños lo mantuviesen en el tercer cuarto, pero no sólo lo conservaron, sino que lo incrementaron. Bullock lo tradujo en números en el epílogo del tercer tramo. Un triple del estadounidense situó al cuadro de Maljkovic por delante (52-51), aunque fugazmente. Navarro volvió a coger las riendas y marcó el camino para que el Barca sumase un parcial de 0-7 antes de la bocina (52-58). La racha ofensiva del Madrid paraba de nuevo. El Barcelona, mucho más fresco ante el aro, recobraba el ritmo. Maljkovic intervino rápido. Vio a su equipo varado y llamó a capítulo en la banda antes de encajar un golpe letal (52-60 m.33).
El técnico serbio recurrió de nuevo a la zona. El cambio defensivo y tres triples de tacada -Rakocevic, el belga Axel Hervelle y el francés Moustapha Sonko- devolvieron la iniciativa a los anfitriones (63-62 m.35). La iniciativa y la confianza porque el Madrid apretó el acelerador y completó una serie de 17-4 (de 52-58 m.30 a 69-62 m.37). El Barcelona estaba ciego ante el aro. El Madrid lanzado y hambriento de victoria. La eliminatoria empezaba a teñirse de blanco inmaculado. Todo el equipo azulgrana volvió la vista hacia Navarro. Le buscaron desde el primer balón que siguió al forzoso tiempo muerto de Dusko Ivanovic. En el siguiente también. En el tercero, al griego Mikhalis Kakiuzis. Las urgencias habían cambiado de dueño, pero ya no había remedio. El campeón ACB latía de nuevo bajo las camisetas madrileñas.