Jerez

Los padres del IES La Campiña retoman el calendario de movilizaciones

Señalan que las malas condiciones del centro son una de las causas de las elevadas tasas de fracaso escolar, que rozan el 70 por ciento

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A finales de los ochenta, ante el aumento de población de la pedanía de Guadalcacín se construyó de manera provisional el que ahora es el IES La Campiña. Como este edificio, con estas calidades, se construyeron otros 17 más en toda Andalucía, «y ya sólo queda el nuestro en pie». Detrás esta explicación está justificada la reivindicación de los padres y de los alumnos de este centro, que reclaman unas mejoras prometidas, pero que llevan meses sin llegar.

No hay ni que entrar en el instituto para ver sus condiciones, «lamentables», como las califican los padres. «Tenemos hasta pulgas y garrapatas», aseguraba Roque Navarro, presidente de la asociación de padres. Pero no es todo, no hay iluminación exterior, el patio es un montón de tierra compactada sembrado de piedras, las paredes y las vallas estén llenas de agujeros, y la adecuación para los centros TIC de la Junta de Andalucía lleva dos años parada «porque el centro no reúne las condiciones, sólo hay que decir que los ordenadores que nos corresponden están en un almacén en Antequera».

María del Carmen Jiménez, madre de un alumno, asegura que cuando sopla el fuerte viento, las estructuras se tambalean, debido a su carácter de provisionalidad. Justo al lado del centro hay una casa abandonada que se ha convertido en el hogar de una pandilla de gatos, que ni cortos ni perezosos se cuelan por todo el centro accediendo por los agujeros dejando sus pulgas por todo el patio. Más de una vez, los padres han detectado picaduras en sus hijos. Antonio Molina, un padre que participaba en la manifestación, pedía a la Junta de Andalucía, que ponga medios para evitar que las plagas se sigan multiplicando.

Ni siquiera la empresa que se hará cargo de las obras sabe la fecha de inicio. Sólo le ha comunicado a la directora que faltan papeles. Y mientras, de cara a los padres, al administración mantiene la callada por respuesta.