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EVA ARMISÉN PINTORA

«Mi obra plantea reflexiones que no son tan inocentes»

La artista zaragozana expone en la Galería Benot 'Adivina quién soy', un trabajo en torno al juego del disfraz

FÁTIMA VILA/CÁDIZ
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Eva Armisén (Zaragoza, 1969) pinta con la lúcida mirada de un niño y la fuerte determinación de una mujer. Juega con las sonrisas, los colores, las formas y las palabras para dar vida a un mundo de personajes cercanos y entrañables, anclajes de felicidad en medio de un mundo donde crece la incomprensión, el olvido de lo propio, la soledad. Sus criaturas, sacadas del relato que a diario escribe con su propia vida, rezuman toda la complejidad universal de los mensajes sencillos, de la felicidad doméstica como camino al sosiego, como bálsamo para la supervivencia. Artista habitual en el fondo de la Galería Benot, hoy inaugurará en el espacio gaditano su exposición Adivina quién soy. Una reflexión sobre el disfraz y sus juegos donde ha reunido obras de numerosos periodos de su producción.

-Una sonriente enmascarada protagoniza el catálogo de la muestra, todo muy acorde con el Carnaval...

-Sí fue una propuesta que pensamos entre todos, fuimos seleccionando entre mis trabajos aquellos que tenían que ver con el disfraz y me he dado cuenta de que hay mucho... Es un tema que siempre me ha interesado porque a todos nos gusta jugar a parecer lo que no somos, a adivinar quién es el otro...

-¿Es tan optimista como sus obras?

-Sí que lo soy, lo que ocurre es que los mensajes de mis cuadros tienen un punto de reflexión que va más allá, una llamada a mirar lo que tenemos cerca y a valorarlo como lo más importante. A veces uno se acostumbra a pensar que lo que tiene es normal, que lo tiene todo el mundo, y no es cierto. En la mayoría de los casos, es una suerte.

-Ha dicho alguna vez que su obra es «narrativa y autobiográfica»...

-Sí, siempre la he entendido como un diario para explicar temas más universales, para hablar de las cosas que siente cualquiera que esté enamorado, que tenga un hijo... Aparezco porque de alguna forma soy el hilo conductor de la narración, el personaje femenino que me sirve para mostrar a la gente lo que quiero contar. Y como lo que quiero contar es sencillo, como no explico cosas extrañas, es fácil identificarse con ellos.

-¿Es difícil explicar las cosas más sencillas?

-Es que tenemos la costumbre de ir mirando siempre el lado negativo de la vida. Yo soy consciente del mundo en el que estamos, sé los problemas que existen y no los ignoro en absoluto. La diferencia es que yo procuro enfrentarme a ellos agarrando lo positivo que tengo y, lo mejor que tengo, es lo que tengo más cerca.

-Mostrarse a sí mismo para entender al otro...

-A veces la solución de los problemas está en darse cuenta de que la persona que tienes enfrente no es tan distinta a uno mismo. Que también tiene su familia, sus valores, su mundo... cuando dejas de verlo como un extraño y recapacitas, te das cuenta de que se parece a ti.

-¿Qué opina de quiénes definen su pintura como naïf?

-Sé que hay mucha gente que la ve así pero yo no lo pienso. Creo que mi pintura plantea reflexiones que no son inocentes, sino todo lo contrario.

-Después de una exposición así. ¿se quedará para el Carnaval?

-No, me iré el domingo. Es una pena porque estoy segura de que debe haber material a tope para inspirarme. Cádiz es una ciudad que me encanta y de la que guardo recuerdos geniales, es muy especial para mí.