Casanova rebaja su edad gracias a la galanura del talentoso Heath Ledger

Heath Ledger está que se sale. El guapo actor australiano, que hace pocos años parecía condenado a trabajar en películas para quinceañeras, ha convencido al público en El secreto de los hermanos Grimm, lo fascina en Brokeback Mountain y lo conquista en Casanova, una comedia romántica de Lasse Halström, donde encarna al mítico amante veneciano.

La acción del filme, rodado en su mayor parte en la ciudad de los canales, se sitúa en la Venecia de principios del siglo XVIII. Giacomo Casanova, el espía, soldado, escritor, filósofo, aventurero y renombrado ligón del Renacimiento sufre de lo lindo con el inesperado rechazo de Francesca Bruni. La bella, interpretada por la actriz en alza Sienna Miller, lo considera indigno, así que Casanova tiene que demostrar que su amor va más allá de la satisfacción que supone una mera conquista.

«Es probablemente la comedia más contundente que jamás he hecho», comenta Hallström, un sueco que conquistó Hollywood con Chocolat y Las normas de la Casa de la Sidra. «El reto era crear un tono que nunca antes había intentado, mezclando una especie de comedia clásica con elementos dramáticos y románticos sumamente fuertes».

La película, la más romántica del director, es, según sus responsables, una alegre exploración de los eternos conflictos entre represión y sensualidad, disimulo e identidad, de-seo y amor. Juega un papel clave el hecho de que el legendario seductor presente una imagen juvenil y sensible, muy diferente al personaje maduro que aparece retratado en otras películas sobre el personaje, como El regreso de Casanova o El Casanova de Fellini.